Las dietas ricas en proteínas y bajas en carbohidratos son populares para perder peso, pero ¿podrían causar deshidratación? Un pequeño estudio puso esa pregunta a prueba. Más allá de la pérdida de peso, los culturistas y otras personas que desean un físico delgado y musculoso a menudo usan una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos. ¿Esto los pone en riesgo de deshidratación?
En el lado opuesto, a los atletas de resistencia, como corredores de maratón y ciclistas, generalmente se les ordena comer una dieta balanceada que incluya carbohidratos para mantener sus reservas de energía.
Su entrenamiento a menudo los adapta a la deshidratación más que la persona promedio, según los investigadores del estudio. Diseñaron un estudio para ver cómo una dieta alta en proteínas afectaba a los atletas de resistencia entrenados. Encontramos que ciertos índices de hidratación tendían a ser influenciados a medida que aumentaba la cantidad de proteína en sus dietas, dijo Nancy Rodríguez, profesora asociada de ciencias de la nutrición que supervisó el estudio, en un comunicado de prensa.
Estudio de la dieta alta en proteínas
El estudio fue realizado en la Universidad de Connecticut por el estudiante graduado William Martin. Presentó su investigación en la reunión de Biología Experimental 2002. Los sujetos de prueba fueron cinco estudiantes atletas de la universidad que fueron corredores bien entrenados. Estos atletas de resistencia fueron sometidos a dietas que variaban en la cantidad de proteína, en base a una persona de 150 libras. Su dieta se supervisó de cerca para garantizar que se adhirieran al protocolo de estudio.
Durante cuatro semanas, cada uno tenía una dieta baja en proteínas de 68 gramos al día. Durante otro período de cuatro semanas, tenían 123 gramos de proteína para una dieta moderada de proteínas. En las últimas cuatro semanas, tuvieron una dieta alta en proteínas con 246 gramos de proteína al día. Esta última dieta coincidió con lo que recomiendan muchos programas populares de dieta alta en proteínas, con 30 por ciento de las calorías provenientes de proteínas.
Estos regímenes abarcan el rango de lo recomendado. En el momento del estudio, la cantidad diaria recomendada por el USDA para la proteína era de 70 gramos para una persona de 150 libras. Eso coincide con la dieta baja en proteínas dada a los sujetos de prueba. Las dietas moderadas y altas en proteínas administradas fueron dos y tres veces la dosis diaria recomendada.
Aumento de proteínas, hidratación baja, pero no más
Los sujetos del estudio fueron evaluados por su nitrógeno ureico en sangre (BUN), la concentración de orina y otros valores de laboratorio cada dos semanas durante el estudio. La prueba BUN es una que se realiza rutinariamente como un indicador de la función renal. Mide los productos de descomposición de las proteínas que son eliminadas por los riñones. De manera alarmante, el BUN alcanzó el rango anormal cuando los estudiantes atletas consumieron la dieta alta en proteínas. Su orina también estaba más concentrada, lo que es un signo de deshidratación. Sus valores volvieron a la normalidad cuando volvieron a su dieta habitual. No se sentían más sedientos con la dieta alta en proteínas, por lo que podrían no haber bebido suficiente agua para satisfacer las necesidades de sus riñones para deshacerse de los productos de desecho de la digestión de proteínas.
Beber más agua en una dieta alta en proteínas
Según nuestros hallazgos, creemos que es importante para atletas y no atletas aumentar la ingesta de líquidos cuando se consume una dieta alta en proteínas, ya sea que tengan sed o no, porque nuestros sujetos de estudio dijeron que no sentían la diferencia en la sed de una dieta a otra , dijo Rodríguez en un comunicado de prensa.
El posicionamiento de la American College of Sports Medicine en la nutrición y el rendimiento deportivo recomienda mantenerse bien hidratado antes, durante y después del ejercicio para equilibrar las pérdidas de líquidos. Las bebidas deportivas con carbohidratos y electrolitos pueden disminuir el riesgo de deshidratación e hiponatremia.
Tan solo una disminución de dos a tres por ciento en el agua corporal ha afectado negativamente el rendimiento y la función cardiovascular. Ya sea que haga ejercicio o no, es importante asegurarse de beber lo suficiente para evitar la deshidratación.
