Bursitis: Comprender la inflamación de la bursa

Bursitis: Comprender la inflamación de la bursa

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  • Cada persona tiene cientos de bursa en todo el cuerpo. La función normal de una bursa es disminuir la fricción entre dos superficies que se mueven en diferentes direcciones. La bolsa es un saco resbaladizo y lleno de líquido. Normalmente, la bursa es delgada y contiene una pequeña cantidad de líquido.

    Se encuentra una bolsa donde hay un movimiento de una articulación que causa que dos tejidos se froten entre sí.

    Por ejemplo, detrás del codo o delante de la rodilla, hay una bolsa para permitir que la piel se mueva sin rozarse contra el hueso. Estos movimientos deben ser suaves y sin esfuerzo.

    ¿Qué es la bursitis?

    En circunstancias normales, la bolsa proporciona una superficie resbaladiza que tiene muy poca fricción con el movimiento. Bursitis significa que la bolsa se ha inflamado. La bursa pierde su capacidad de deslizamiento y se irrita cada vez más cuando se mueve.

    Cuando ocurre la afección llamada bursitis, la bolsa normalmente resbaladiza se engrosa y se hincha. El volumen adicional de la bolsa hinchada causa más fricción dentro de un espacio ya limitado. Además, la bolsa de deslizamiento suave se vuelve arenosa y áspera. El movimiento de una bolsa inflamada es doloroso e irritante.

    Signos de Bursitis

    La bursitis generalmente es el resultado de una lesión por uso excesivo repetitivo o debido a la presión prolongada aplicada directamente a la bolsa. La siguiente causa más común de bursitis es una lesión aguda, como una contusión. Conditions Las afecciones inflamatorias sistémicas, como la artritis reumatoide y la gota, también pueden causar bursitis. La última causa importante de bursitis es una infección. Una bursitis infectada, también llamada bursitis séptica, ocurre cuando hay una infección dentro de la bursa. Generalmente hay una ruptura en la piel sobre la bursa que causa la infección, pero también puede haber una infección diseminada a la bolsa desde el interior del cuerpo.

    El método más común para diagnosticar la bursitis se basa en el examen de un paciente. Los hallazgos consistentes con bursitis incluyen:

    Sensibilidad directamente sobre la bolsa. Una bursa inflamada suele ser sensible al tacto. Incluso una bursa en el interior del cuerpo puede tener dolor cuando se aplica presión en el área. Algunas veces su examinador manipulará el área alrededor de la bursa para comprimir el saco de la bolsa de aire y detectar la sensibilidad del área.

    1. Dolor con movimiento de los músculos y tendones superpuestos. Cuando una bolsa está inflamada, los movimientos normales de los tejidos blandos que rodean la bolsa pueden ser dolorosos. Algunas veces se puede sentir una sensación de molienda llamada crepitación cuando estos movimientos normalmente suaves se vuelven ásperos.
    2. Hinchazón de la bolsa. Cuando la bursa se encuentra en una ubicación superficial (como por encima de la rótula o detrás del codo), se puede ver o sentir la hinchazón de la bolsa.
    3. Si hay una sospecha de infección, su médico puede obtener parte del líquido de la bolsa inflamada para el análisis microscópico. El líquido generalmente se puede succionar de la bolsa con una aguja pequeña y una jeringa.

    Las pruebas de imágenes como las radiografías y las imágenes por resonancia magnética generalmente no se necesitan para hacer el diagnóstico de bursitis, pero se pueden realizar para garantizar que no haya otro problema, como una fractura, que pueda estar causando los síntomas de dolor e hinchazón.

    Si tiene algún signo de infección asociado con bursitis, debe avisar a su médico inmediatamente. Estos signos de infección incluyen:

    Heridas abiertas alrededor del área de bursitis

    • Enrojecimiento del aumento del calor en la piel
    • Signos sistémicos de infección, como fiebre, escalofríos, y sudoración
    • Tratamiento de la bursitis

    El tratamiento de la bursitis depende del tipo específico de bursitis, pero el enfoque general es descansar la bolsa, disminuir la inflamación y dar tiempo para la recuperación. La mayoría de los casos de bursitis se recuperarán con tratamientos no invasivos. Si bien hay algunas situaciones en las que la bursitis puede tardar meses en resolverse, generalmente habrá una mejoría gradual en los síntomas.

    Cuando la bursitis es persistente a pesar del tratamiento apropiado, la extirpación quirúrgica de la bolsa es una opción. En personas diagnosticadas con una infección de la bursa, una bursitis séptica, también será necesario un tratamiento antibiótico adecuado.

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