Síntomas urinarios de la esclerosis múltiple

Síntomas urinarios de la esclerosis múltiple

La disfunción vesical es probablemente uno de los síntomas de la esclerosis múltiple (EM) que es menos probable que comparta con amigos o familiares. Después de todo, una cosa es quejarse de dolor nervioso o problemas de visión; es otra cuestión discutir la incontinencia urinaria o sentir que tiene que ir todo el tiempo.

Tan frustrante como los síntomas puedan ser para usted, es importante no ignorarlos.

Hay muchos tratamientos médicos disponibles en la actualidad que pueden mejorar la función urinaria, mientras que las reparaciones dietéticas y de estilo de vida simples pueden ayudarlo a controlar mejor sus síntomas, a menudo con un estrés o impacto mínimo en su vida.

Descripción general

La disfunción vesical ocurre en al menos el 80 por ciento de las personas que viven con EM. Además, hasta el 96 por ciento de los que han tenido la enfermedad por más de 10 años experimentarán complicaciones urinarias como resultado de su condición.

La esclerosis múltiple se caracteriza por una respuesta inmune anormal que causa daño a la cubierta protectora de las células nerviosas (conocida como vaina de mielina). Este daño provoca la formación de lesiones en el cerebro y / o la médula espinal que, a su vez, interfiere con los impulsos nerviosos que regulan el movimiento, la visión, las sensaciones, los procesos mentales y las funciones corporales, como el control de la vejiga.

Causas

La disfunción de la vejiga en la EM ocurre cuando las señales eléctricas hacia la vejiga y el esfínter urinario se retrasan u obstruyen por lesiones que se desarrollan en la médula espinal.

La disfunción puede ocurrir por tres razones:

  • La vejiga es espástica, lo que la hace menos capaz de contener la orina.
  • El esfínter es espástico y evita que la vejiga se vacíe por completo.
  • La vejiga está flácida y no puede contraerse, lo que lleva a la retención de orina.

Signos y Síntomas

Los síntomas de la disfunción de la vejiga pueden variar según la extensión y la ubicación de las lesiones.

En algunos casos, los síntomas serán leves y transitorios. En otros, pueden ser persistentes y agravantes. Los síntomas urinarios se pueden describir de cuatro maneras:

  • Vacilación es la dificultad para orinar cuando siente la necesidad de hacerlo. Para algunos, puede tomar mucho tiempo comenzar mientras que otros no pueden mantener un flujo constante.
  • Urgencia es la necesidad repentina y fuerte de orinar acompañada de una sensación de plenitud incómoda en la vejiga.
  • Frecuencia es la necesidad de orinar con mucha más frecuencia de lo habitual. Esto sucede a menudo por la noche, causando trastornos del sueño.
  • Incontinencia es donde tiene menos capacidad para controlar la función urinaria.

Si la disfunción de la vejiga no se trata, puede causar daño permanente al tracto urinario. Con frecuencia, las piedras urinarias y las infecciones del tracto urinario (ITU) pueden desarrollarse si la vejiga no puede vaciarse. La fuga crónica también puede conducir a infecciones cutáneas localizadas. En casos severos, puede desarrollar una urosepsis potencialmente mortal si una infección urinaria se disemina al torrente sanguíneo.

Igualmente frustrante es el impacto de la disfunción de la vejiga en la tranquilidad y el estilo de vida de una persona. No es raro que las personas con problemas de control de la vejiga se aíslen o restrinjan sus rutinas diarias, lo que a menudo aumenta la carga de la depresión que se observa con frecuencia en las personas con EM.

Diagnóstico

Cuando se investiga la disfunción de la vejiga, los médicos a menudo comenzarán a evaluar las ITU. Si es positivo, se prescribirá un tratamiento con antibióticos. De lo contrario, se realizarán otras pruebas (conocidas como evaluación urodinámica) para evaluar cómo la vejiga y la uretra realizan su trabajo de almacenamiento y liberación de orina.

Una evaluación urodinámica tarda unos 30 minutos en realizarse e implica el uso de un pequeño catéter para llenar la vejiga y registrar las mediciones.

Opciones de tratamiento

Por muy angustiante que a veces pueda ser la disfunción de la vejiga, los síntomas urinarios generalmente se pueden manejar con éxito con medicamentos, modificaciones en el estilo de vida y otras terapias.

Algunas de las terapias más comunes incluyen:

  • Para pacientes con vejiga espástica: Relajantes de la vejiga, como Ditropan (oxibutinina), Detrol (tolterodina), Enablex (darefenasina), Toviaz (fesoterodina), Vesicare (solifenacina), Sanctura (cloruro de trospio) y Myrbetriq (mirabegron).
  • Para los pacientes con esfínteres de la vejiga hiperactiva: blocking Los bloqueadores alfaadrenérgicos, como Flomax (tamsulosina), Uroxatral (alfuzolina), Cardura (doxazosina) y Rapaflo (silodosina), se utilizan para promover el flujo de la orina a través del esfínter. Además, los medicamentos antiespásticos, como Lioresal (baclofeno) y Zanaflex (tizanidina), se pueden usar para relajar el músculo del esfínter. Para pacientes con vejiga flácida: self Cateterismo intermitente, en el que se inserta un tubo delgado en la vejiga para permitir una mejor micción.
  • Otras formas de tratamiento incluyen terapias conductuales que enseñan a las personas cómo regular la ingesta de líquidos y programar horarios para orinar en el hogar, el trabajo o los compromisos sociales. Las estrategias dietéticas incluyen la restricción de la cafeína, el alcohol y el jugo de naranja (el último de los cuales promueve el crecimiento bacteriano) y el uso de jugo o tabletas de arándano (que inhiben el crecimiento bacteriano).

Los casos más graves pueden requerir procedimientos quirúrgicos, incluido un implante eléctrico, llamado InterStim, que estimula los nervios sacros y ayuda a tratar una vejiga hiperactiva. Botox también puede usarse para tratar una vejiga hiperactiva.

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