Tysabri y el efecto de rebote

Tysabri y el efecto de rebote

Tysabri (natalizumab) es un medicamento modificador de la enfermedad utilizado en el tratamiento de las recaídas en personas con esclerosis múltiple (EM). Impide la capacidad de las células inmunitarias para cruzar la barrera hematoencefálica que separa el cerebro y la médula espinal del resto del cuerpo. Son estas células las que pueden causar daño a los nervios a medida que los despojan inadvertidamente de su capa protectora (conocida como la cubierta de mielina).

Tysabri está aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. (FDA) para su uso en monoterapia con MS (no se debe combinar con otras terapias) y se administra por vía intravenosa cada 28 días.

Riesgos asociados con el uso de Tysabri

Si bien se ha demostrado que Tysabri reduce la recaída en personas con EM en un llamativo 68 por ciento, no deja de tener sus preocupaciones. En 2005, la FDA emitió una advertencia de recuadro negro informando a pacientes y médicos que Tysabri estaba cerca de dos de cada 1,000 usuarios que experimentaron una infección cerebral potencialmente mortal conocida como leucoencefalopatía multifocal progresiva (PML).

Otra preocupación menos conocida es el fenómeno conocido como rebote donde la interrupción o interrupción del medicamento desencadenó un retorno de los síntomas de recaída de EM, en algunos casos peor que cuando se inició el tratamiento.

Comprender el efecto de rebote

El efecto de rebote de Tysabri se identificó por primera vez en 2007 cuando los investigadores holandeses examinaron las imágenes por resonancia magnética de personas que habían estado tomando Tysabri pero tuvieron que suspenderlo cuando se retiraron temporalmente del mercado debido a preocupaciones de PML.

Durante esta brecha de tratamiento de 15 meses, los científicos encontraron que el número promedio de lesiones en el sistema nervioso central había aumentado de un promedio de 3.43 al comienzo del tratamiento a 10.32 después de que se interrumpió el tratamiento.

Curiosamente, no se observó que este efecto empeorara en personas que habían estado en tratamiento por más tiempo.

De hecho, fue todo lo contrario. Según la investigación, aquellos que se habían sometido a un par de tratamientos Tysabri tenían cinco veces más lesiones que aquellos que habían estado en el tratamiento durante toda la duración del estudio (aproximadamente 36 infusiones).

Un estudio similar en 2014 apoyó estas afirmaciones y concluyó que la interrupción de la terapia se relacionó con un aumento de casi el doble en el riesgo de recaída. Más preocupante aún fue el hecho de que una cuarta parte de estos individuos tuvo más recaídas después de suspender Tysabri que antes de que comenzara el tratamiento.

Lo que esto nos dice

Los científicos no saben completamente por qué ocurre este efecto de rebote. Lo mismo se ha observado en otros medicamentos para la EM, incluido Gilenya (fingolimod), y queda poca información sobre qué se puede hacer para prevenirlo.

Lo que sí sabemos es esto: las personas en mayor riesgo son aquellas que solo toman un par de meses de Tysabri y luego se detienen. Si se recomienda el tratamiento con Tysabri, usted como paciente debe comprometerse con el tratamiento y atenerse a él. No puede tomar vacaciones de drogas arbitrarias o decide dejar de hacerlo cuando se sienta mejor.

En última instancia, el tratamiento debe ser dirigido por un especialista calificado que pueda determinar mejor cuándo y cuándo ya no se necesita Tysabri.

Понравилась статья? Поделить с друзьями: