Niños, deportes de contacto y daño cerebral

Niños, deportes de contacto y daño cerebral

Los niños que practican deportes de contacto corren el riesgo de sufrir repetidos traumatismos craneales y conmoción cerebral.

Los Centros para el Control de Enfermedades informan que alrededor de 130,000 niños menores de 18 años son vistos por traumatismo craneal relacionado con los deportes cada año. La mayoría de los niños que son diagnosticados con una conmoción cerebral se recuperan; sin embargo, nuevas investigaciones indican que las conmociones cerebrales repetidas durante la niñez y la adolescencia pueden causar cambios permanentes en la forma en que funciona el cerebro.

Esto se debe a que el cerebro se está desarrollando activamente durante la infancia. Las lesiones cerebrales le quitan energía y tiempo a los procesos de aprendizaje y desarrollo. Ese tiempo y energía se gasta en tratar de curar la mayor parte de la lesión cerebral posible.

El trauma en la cabeza durante los deportes generalmente ocurre por un golpe en la cabeza de otro jugador, el suelo o un objeto. El golpe hace que el cerebro golpee contra el frente y la parte posterior del cráneo. Este movimiento desgarra las células nerviosas y puede causar sangrado dentro o alrededor del cerebro.

Una conmoción cerebral es una lesión cerebral traumática leve que puede provocar o no una breve pérdida de la conciencia. Puede haber daño al cerebro, incluso si la pérdida de la conciencia no ocurre, por lo que no debería ser el único signo que se debe buscar.

Si un niño presenta alguno de los siguientes síntomas después de un trauma craneal relacionado, debe verlo en la sala de emergencias inmediatamente:

  • Confusión o desorientación
  • Dificultad para hablar, arrastrando palabras
  • Dificultad para mantener el equilibrio o caminar
  • Dolor de cabeza intenso o dolor de cabeza que empeora progresivamente
  • Pérdida de la conciencia
  • Dejar de responder (no despertarse)

Cambios cerebrales permanentes

El cerebro aún se está desarrollando durante la infancia, y las habilidades como el lenguaje, el pensamiento crítico y la resolución de problemas aún no se han establecido completamente.

Cada vez que hay un trauma en la cabeza, el cerebro tiene que reparar el daño; si las células nerviosas se rasgan, es necesario encontrar y aprender nuevas vías de comunicación de información dentro del cerebro. La inflamación puede provocar una disminución del flujo sanguíneo a los lóbulos del cerebro que son responsables de las habilidades importantes. El daño a las células nerviosas obliga al cerebro a reencaminar cómo se envían y reciben los impulsos y la información. En el cerebro de un niño en desarrollo, esto puede restarle capacidad de aprendizaje general. Según la investigación, es peligroso si el trauma en la cabeza y la conmoción cerebral ocurren al mismo tiempo que se desarrollan las habilidades esenciales de aprendizaje y pensamiento. Si el cerebro del niño está aprendiendo a resolver problemas o al pensamiento crítico y este proceso se interrumpe, es posible que estas habilidades no progresen de la manera que deberían. El traumatismo craneal interfiere con el proceso normal de aprendizaje.

Es particularmente dañino si una lesión cerebral ocurre una y otra vez. Cada vez que el cerebro está traumatizado tiene que recuperarse, y si no ha tenido tiempo de recuperarse por completo desde la última conmoción cerebral, esto ralentiza o incluso detiene el proceso.

Recomendaciones para el trauma en la cabeza del niño

Los médicos que tratan el traumatismo craneal y la lesión cerebral traumática en niños ahora recomiendan que cada vez que se da un golpe en la cabeza y una conmoción cerebral por un traumatismo craneal, el niño:

Deje de practicar inmediatamente o juegue

  1. Evalúe por completo un médico antes de comenzar a practicar o jugar de nuevo
  2. Disponga del tiempo adecuado para descansar y permitir que el cerebro complete la recuperación. Si se presenta alguno de los signos de conmoción cerebral anteriormente mencionados, el tiempo de recuperación puede demorar varias semanas.
  3. Estas restricciones son difíciles de seguir para los niños, especialmente si son activos en los deportes. Un par de semanas al margen puede cambiar una temporada completa.

Sin embargo, es importante recordar que los traumatismos craneales repetidos pueden tener consecuencias neurológicas a largo plazo y afectar la vida entera de un niño. Estos incluyen problemas de aprendizaje, pensamiento y razonamiento que socavan el éxito escolar, así como el riesgo potencial de aumento de la enfermedad de Parkinson, Alzheimer y otras demencias más adelante en la vida.

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