Tratamiento y recuperación de Guillain-Barré

Tratamiento y recuperación de Guillain-Barré

La gravedad del Síndrome de Guillain-Barré varía ampliamente de un caso a otro. A veces puede ser simplemente molesto, con entumecimiento y debilidad menores que se extienden no mucho más allá de las manos. Otras veces, Guillain-Barré puede ser devastador o incluso fatal.

Debido a esta incertidumbre, los médicos suelen pedirle a alguien que sospeche que tenga el síndrome de Guillain-Barré que permanezca en el hospital para que puedan ser vigilados de cerca hasta que los síntomas mejoren.

Puede ser difícil predecir exactamente cuánto tiempo llevará esto. La mayoría de las personas con síndrome de Guillain-Barré alcanzan su punto más débil dentro de dos o tres semanas después de que notan por primera vez sus síntomas.

Monitoreo del hospital

Para observar cómo la enfermedad está cambiando la capacidad de respirar de alguien, las mediciones de la respiración se toman con frecuencia. Esas medidas generalmente incluyen la capacidad vital forzada o la fuerza inspiratoria negativa, que mide qué tan bien alguien puede exhalar o exhalar, respectivamente. También se pueden realizar exámenes frecuentes para asegurar que el paciente no se debilite significativamente.

Si la debilidad avanza hasta cierto punto, es posible que sea necesario realizar un control en una unidad de cuidados intensivos, donde la ventilación mecánica se puede iniciar rápidamente si es necesario. Se pueden tomar medidas adicionales para vigilar las características autonómicas, como la frecuencia cardíaca y el ritmo.

Después de que la debilidad ha comenzado a mejorar, se puede realizar una cierta cantidad de rehabilitación mientras aún está en el hospital, ya que se hacen los arreglos para cualquier apoyo adicional requerido.

Tratamientos

No hay cura para el síndrome de Guillain-Barré, pero el ataque se puede atenuar mediante el filtrado de anticuerpos problemáticos de la sangre con plasmaféresis o mediante la administración de inmunoglobulinas intravenosas (IgIV) para neutralizar los anticuerpos.

La plasmaféresis, también conocida como intercambio de plasma, consiste en extraer la parte líquida de la sangre (en lugar de las células sanguíneas) y reemplazarla con plasma libre de anticuerpos.

Este proceso generalmente se realiza entre tres y cinco veces, generalmente con un día entre sesiones para que el cuerpo se reajuste al nuevo plasma. Los riesgos son pocos, pero incluyen problemas de sangre.

IVIg es una inmunoglobulina inyectada que se ha demostrado que acorta el tiempo que le lleva a alguien recuperarse de Guillain-Barré, aunque nadie sabe exactamente por qué funciona. La cantidad de riesgo es similar a la plasmaféresis, pero en lugar de problemas de sangre, la IgIV puede provocar reacciones alérgicas, hepatitis o problemas renales.

La investigación muestra que la IgIV y la plasmaféresis son igualmente buenas en el tratamiento del síndrome de Guillain-Barré, y no hay un beneficio claro para hacer ambas cosas juntas. En casos severos, algunos doctores a veces harán un intercambio de plasma seguido de IgIV.

Mientras esté en el hospital, el personal médico vigilará de cerca a las personas con síndrome de Guillain-Barré para asegurarse de que la debilidad no interfiera con funciones tan importantes como la ingestión segura y la respiración. Si el Guillain-Barré progresa hasta este punto, entonces puede ser necesario intubar al paciente y ponerlo en ventilación mecánica.

Recuperación y pronóstico

La mayoría de las personas se recupera bien del síndrome de Guillain-Barré, pero esto varía según los casos.

Algunos formularios, como AMSAN, requieren más tiempo para recuperarse. Cuanto más grave es el caso, más largo es el tiempo de recuperación. Los nervios tardan en crecer, solo milímetros por día, y si el daño es extenso, puede tardar hasta un año o más para recuperar la función. En algunos casos, algunos déficits, como dificultad con pequeños movimientos de los dedos o entumecimiento residual, permanecerán.

La terapia física y ocupacional es frecuentemente requerida para que los pacientes se recuperen completamente. Los terapeutas ocupacionales ayudan a encontrar equipos y otros métodos para mantener a las personas lo más independientes posible, mientras que los fisioterapeutas ayudan a caminar y a moverse.

Se puede requerir terapia de habla y lenguaje si los músculos alrededor de la boca y la garganta han estado involucrados.

Guillain-Barré puede ser un trastorno grave, pero más del 95% de las veces las personas se recuperan hasta cierto punto. La recaída es poco común, con porcentajes citados entre el 2-6%. El camino puede ser largo y desafiante, pero al final, la mayoría de la gente puede dejar atrás a Guillain-Barré.

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