A veces, un ser querido o un paciente con demencia muestra conductas desafiantes, una de las cuales es la estimulación. Él podría caminar continuamente de un lado a otro, dando vueltas y vueltas, todo lo que pueda y luego vuelva al punto de agotamiento, pero no quiera (ni pueda) sentarse y relajarse.
Algunas personas con demencia que están paseando están en riesgo de deambular o caerse debido a su fatiga.
El ritmo puede ser agotador para los cuidadores porque a menudo sienten que necesitan estar con la persona para mantenerlo a salvo.
Causas de la estimulación
Aunque no conocemos la causa en todos los casos, la estimulación puede estar relacionada con los siguientes desencadenantes o afecciones:
- Dolor o malestar
- Necesidad de ejercicio
- Búsqueda de algo familiar (puede hacerlo conscientemente o no) )
- Aburrimiento
- Ansiedad
- Hambre o sed
- Necesidad de ir al baño
- Desorientación
Consejos para responder
- Evaluar si el ritmo es más significativo de lo normal para él.
- No intentes obligarlo a sentarse.
- Intente reproducir música relajante de su preferencia por la distracción.
- Asegúrate de que no tenga dolor.
- Muéstrele el baño por si necesita usarlo.
- Ofrecer actividades significativas que lo involucren.
- Camina con él si puedes.
- Pida ayuda a amigos y familiares para tomar turnos si no puede continuar caminando con la persona.
- Considere un sistema de monitoreo GPS o el programa Safe Return de la Alzheimer’s Association.
- Evalúa si la estimulación realmente es problemática o si puedes cambiar tu respuesta para poder seguir el ritmo.
- Si la persona parece angustiada consistentemente o se pasea hasta el punto de lastimarse potencialmente, llame a su médico para preguntar sobre posibles medicamentos que lo ayuden a relajarse.