¿Su asma es causa de vergüenza?

¿Su asma es causa de vergüenza?

El asma puede tener un impacto psicológico y físico en la vida de una persona. Incluso puede causar vergüenza a veces.

Efectos psicológicos del asma

Los factores que contribuyen a los efectos psicológicos del asma incluyen:

  • La gravedad de la enfermedad
  • El grado en que las actividades son limitadas o restringidas por la enfermedad
  • La calidad del apoyo social y familiar disponible
  • La edad a la que la enfermedad comenzó
  • El conocimiento de la persona sobre la enfermedad
  • Estilo de afrontamiento, habilidades y personalidad general del paciente

La experiencia de cada persona con el asma es única, pero muchos enfermos de asma experimentan sentimientos de estigma social o vergüenza debido a la enfermedad. Esto es particularmente cierto para los niños y especialmente los adolescentes, que ya pueden estar luchando con la falta de confianza en sí mismos.

Para la mayoría de las personas, es incómodo tener sentimientos de ser diferente de otros miembros de la familia, amigos, compañeros de clase o colegas. En situaciones sociales, las personas con asma pueden sentirse cohibidas sobre el uso de un inhalador o tener que tener cuidado para evitar los desencadenantes que pueden desencadenar un ataque de asma.

El deseo de encajar puede llevar a las personas con asma a ignorar su enfermedad o dejar de cuidarla adecuadamente.

Educar a los demás

Una de las formas en que las personas con asma se sienten menos ansiosas es educar a otros sobre ello.

Pueden empoderarse convirtiéndose en expertos en la enfermedad. Cuando comparten información con familiares, amigos, compañeros de estudio y compañeros de trabajo, todos se benefician y se vuelven más comprensivos sobre cómo es vivir con asma.

Los padres pueden ayudar a un niño asmático a evitar la vergüenza pidiéndole al maestro de la escuela y / o al consejero que lo apoyen y lo alienten.

Tener una enfermera de la escuela, un maestro o un educador externo que hable con los estudiantes de la clase sobre el asma también puede ser útil. Cuanto más informados estén los niños sobre la enfermedad, es menos probable que se burlen de un niño con asma.

Evitar los desencadenantes del asma

Al evitar los desencadenantes ambientales que pueden causar un ataque de asma, las personas con asma pueden limitar los brotes potencialmente embarazosos. Algunos factores desencadenantes comunes son los ácaros del polvo, la caspa de los animales, los perfumes, el polvo de tiza, el humo del tabaco y los productos de limpieza u otros productos químicos. Los desencadenantes adicionales, como el polen en la primavera y el clima frío en el invierno, pueden plantear problemas durante las diferentes estaciones del año. Las hojas mojadas, las decoraciones navideñas, la alta humedad en el interior y las chimeneas a leña también son desencadenantes potenciales.

Estrategias para combatir la vergüenza del asma

No hay una forma específica de lidiar con la vergüenza u otras emociones que la convivencia con el asma puede causar , pero hay varias estrategias que pueden ayudar:

  • Reconocer y aceptar sentimientos.Cualesquiera que sean los sentimientos que trae el asma, enfréntalos de frente. Fingir no hará que los sentimientos desaparezcan; solo los hace más difíciles de abordar y más difíciles de sobrellevar. Aliente a los niños a hablar sobre sus sentimientos y etiquetar sus emociones.
  • Practique un buen cuidado personal.Aprenda sobre el asma y cómo mantenerse lo más saludable posible. Haga preguntas, lea y realice cambios en el estilo de vida que lo ayudarán a mantener su asma bajo control. No solo el asma mejorará, sino que también sentirá una mayor sensación de control.
  • Pide ayuda.En lugar de sentirse aislado y avergonzado, llegue a los demás. La mayoría de la gente está más que dispuesta a ofrecer apoyo. Además, la investigación ha demostrado que las personas que viven con una enfermedad crónica como el asma que han formado una red social extendida lo hacen mucho mejor que aquellas que se retiran de las actividades sociales.
  • Practique ejercicios de relajación o meditación.Se ha demostrado que estas técnicas reducen el estrés y la ansiedad relacionados con el asma. En algunos casos, pueden reducir los síntomas físicos del asma. Si las situaciones sociales causan ansiedad, por ejemplo, medite durante 20 minutos antes de salir.
  • Encuentre un proveedor de atención médica de confianza.Un proveedor de atención médica con quien sea fácil hablar, que entienda y que tenga tiempo para responder preguntas y explicar cosas puede ser de gran ayuda. Este proveedor de atención médica de confianza debe ser capaz de abordar todos los desafíos, tanto psicológicos como físicos, para una persona que vive con asma.

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