Papel de los osículos auditivos en la audición

Papel de los osículos auditivos en la audición

Los huesecillos auditivos son una cadena de pequeños huesos en el oído medio que transmiten el sonido desde el oído externo al oído interno a través de la vibración mecánica.

Los nombres de los huesos que componen los huesecillos auditivos están tomados del latín. El martillo se traduce en el martillo, el yunque es el yunque y el estribo es el estribo.

Aunque es central para la audición, el trío de huesos auditivos se adapta a un área no mayor que una semilla de naranja.

Cómo funcionan los osículos auditivos

El propósito de los osículos auditivos (también llamado cadena osicular) es transmitir el sonido a través de una reacción en cadena de vibraciones que conecta el tímpano con el oído interno y la cóclea. Una vez que las vibraciones alcanzan la cóclea, una cámara hueca en forma de caracol llena de líquido, se traducen en impulsos nerviosos que el cerebro interpreta como sonido.

La reacción de la cadena auditiva comienza cuando el sonido llega al tímpano (membrana timpánica). La presión vibratoria se pasa al martillo, un hueso articulado que se flexiona en una de las dos articulaciones incudomaleolares.

Luego se pasa la vibración al yunque que se flexiona en otra articulación incudomaleolar antes de transferir los impulsos al estribo, cuyo hueso no solo parece un estribo sino que es el más pequeño del cuerpo.

El papel de los huesecillos auditivos se completa cuando la entrada vibratoria se pasa a la cóclea a través de la ventana oval (la abertura entre el oído medio y el oído interno). Os Los huesecillos auditivos desempeñan un papel importante en la audición en la transición de las ondas de sonido del aire al núcleo lleno de líquido de la cóclea. De hecho, amplifican las vibraciones en alrededor de 30 decibelios (dB) para adaptarse a esta transición.

Regulación del sonido

Además de facilitar la audición, los huesecillos auditivos cumplen una función protectora cuando se exponen a ruidos fuertes y continuos.

Cuando esto sucede, los músculos del tímpano (llamados músculos stapedius y tensor tympani) se contraen. El ajuste reduce la capacidad del tímpano para vibrar, lo que limita el movimiento de los huesecillos auditivos y el impacto del sonido.

Es importante notar, sin embargo, que esta no es una respuesta instantánea. El lazo entre el tímpano y el cerebro y la espalda debe ser estimulado primero por un ruido fuerte antes de que se produzca la constricción. Como tal, el tímpano y la audición pueden no estar protegidos de un repentino y fuerte estallido de ruido.

La edad también puede disminuir la velocidad del ciclo, haciendo que las personas mayores sean más vulnerables al daño auditivo.

Trastornos de los osículos auditivos

Los huesecillos auditivos pueden ocasionalmente dañarse, tanto directa como indirectamente. Las lesiones pueden causar pérdida de la audición, a veces severa, y pueden incluir:

Otosclerosis, una afección por la cual los huesos auditivos se fusionan y a veces requieren cirugía para ser reparada

  • Dislocación de los huesos auditivos debido a una fractura, trauma o infección crónica
  • Cholesteatoma, un quiste que se desarrolla detrás del tímpano e impide el movimiento de los huesos auditivos perfo Perforación o infección del tímpano (miringitis) que reduce los impulsos vibratorios hacia los huesos auditivos
  • Infecciones del oído medio que pueden causar acumulación de líquido que restringe el movimiento del hueso auditivo
  • Genético trastornos que interfieren con el desarrollo normal de los osículos auditivos

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