Las tomografías por emisión de…

Salud sexual

Se cree que hasta una de cada 10 mujeres se ve afectada por una afección conocida como trastorno de deseo sexual hipoactivo (TDAH).

Es uno en el que la pérdida de la libido a menudo va acompañada de ciertos cambios fisiológicos, que incluyen un marcado aumento en ciertas hormonas (como la dopamina) y una disminución correspondiente en otras (como la serotonina).

El HSDD está experimentando una rápida transformación en la forma en que la comunidad médica se está acercando a él. Ya no se considera simplemente un trastorno psicológico, sino uno en el que la salud, la cultura y las interacciones sociales de una persona juegan un papel integral.

Conflictos en la definición

Según un panel de expertos de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Salud Sexual de la Mujer (ISSWSH), HSDD se caracteriza por la pérdida del deseo sexual espontáneo, la incapacidad para responder a señales sexuales y la incapacidad de mantener el interés durante el sexo que abarca el curso de al menos seis meses.

Por su parte, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) ha ofrecido una definición mucho más restringida en su Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5).

En la última versión, la APA ha abandonado el término HSDD y lo ha reemplazado con trastorno de interés / excitación sexual femenino (FSIAD), una decisión que ha sido ampliamente criticada por su falta de evidencia empírica y criterios no específicos para la inclusión.

Estas inconsistencias han arrojado una sombra de duda aún mayor sobre un tema por el cual millones de mujeres continúan sufriendo, a menudo en silencio.

Prevalencia de HSDD

Una encuesta realizada por investigadores de la Universidad de Chicago en 2015 tuvo como objetivo identificar las causas y los tipos de disfunción sexual en una cohorte de mujeres de entre 18 y 59 años. Lo que encontraron fue que ciertos trastornos sexuales ocurrían entre todas las mujeres independientemente de su edad o etnia.

El principal de ellos fue el hecho de que el 33.4 por ciento de las mujeres encuestadas reportaron síntomas consistentes con HSDD. Estos números más grandes de lo esperado sugieren que el HSDD puede ser un problema mucho más grande de lo que se había imaginado anteriormente.

Además, la encuesta pareció confirmar lo que muchos sospechaban desde hacía mucho tiempo: que el HSDD está relacionado no solo con el estado psicológico de una mujer, sino también con su estado fisiológico.

Componentes psicológicos de HSDD

Aunque está claro que el estado psicológico de una mujer puede contribuir a HSDD, a menudo es una situación de huevo y gallina. ¿Las tensiones emocionales desencadenan la baja libido o se manifiesta la baja libido con sentimientos de estrés y ansiedad? Hoy en día, la mayoría de los científicos creen que es poco de ambos, lo que difumina aún más la línea entre la causa y el efecto reales.

Lo que la mayoría de los expertos están de acuerdo es que el HSDD está estrechamente relacionado con ciertos factores psicosociales que afectan tanto la imagen que tiene una mujer como su relación con el sexo.

Al experimentar la pérdida de la libido, una mujer a menudo describirá sentimientos de frustración, desesperanza, enojo, baja autoestima y pérdida de feminidad, al mismo tiempo que expresará insatisfacción con su vida sexual, pareja o matrimonio.

La edad también es un factor. Si bien el envejecimiento en sí mismo no tiene un papel inherente, la referencia cultural de una mujer a la edad puede. Un estudio realizado por la Universidad de Melbourne en Australia informó que las mujeres estadounidenses eran mucho más para experimentar HSDD a medida que envejecían en comparación con un conjunto de mujeres europeas (19 por ciento frente a 13 por ciento, respectivamente). Esto sugiere que el estrés social y cultural puede contribuir tanto al riesgo de HSDD como a las propias vulnerabilidades psicológicas.

Causas fisiológicas de HSDD

En términos de causas médicas, existe una clara asociación entre la falta de deseo sexual y la salud general de una mujer. Las condiciones como la enfermedad de la tiroides y ciertos trastornos autoinmunes, por ejemplo, están estrechamente relacionados con HSDD. En casos como estos, cualquier mal funcionamiento en la regulación hormonal / inmune puede afectar significativamente los sistemas sexuales excitatorios del cerebro. Además, los medicamentos utilizados para tratar estos trastornos pueden interferir con los diversos neurotransmisores que modulan el deseo sexual.

El efecto es más que solo teórico. Las tomografías por emisión de positrones (PET) del cerebro pudieron mostrar esto en un estudio de 2016 de la Universidad de Queensland en Australia. En su investigación, los investigadores encontraron que las mujeres con HSDD a quienes se les mostraron videos eróticos tuvieron una activación más débil del lado derecho del cerebro (que realiza tareas relacionadas con creatividad e imaginación) y menos desactivación en el lado izquierdo (que supervisa la lógica y la razón) . Este efecto no solo fue constante sino que tuvo una firma característica entre las mujeres evaluadas.

Si bien esto no debería sugerir que el HSDD es una condición puramente definida por las hormonas y los neurotransmisores, sí ilustra cómo un plan de tratamiento enfocado únicamente en los aspectos psicológicos de la baja libido puede fallar.

Diagnóstico y tratamiento de HSDD

Para tratar efectivamente el HSDD, un médico debería realizar una evaluación exhaustiva de todas las causas posibles, tanto biológicas como psicológicas. Por esta razón, el plan de tratamiento puede variar dramáticamente de una mujer a otra.

Habitualmente, el médico tratará los aspectos más angustiosos de la condición primero mientras explora cualquier condición coexistente o tratamiento farmacológico que pueda estar contribuyendo directa o indirectamente.

Si la psicoterapia está indicada, es probable que la mujer sea referida a un sexólogo que pueda determinar mejor el tratamiento apropiado, ya sea solo o con su pareja.

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