Consejos para controlar la diabetes tipo 1 en los niños

Consejos para controlar la diabetes tipo 1 en los niños

La diabetes tipo 1, la forma más común de diabetes en los niños, es una afección por la cual el cuerpo no produce insulina. Se clasifica como un trastorno autoinmune, lo que significa que el sistema inmune del cuerpo, por razones desconocidas, ataca sus propias células. En el caso de la diabetes tipo 1, son las células beta productoras de insulina del páncreas las que son atacadas.

No hay cura para la diabetes tipo 1, y la causa aún se desconoce. Como tal, tendrá que aprender cómo controlar la enfermedad al monitorear rutinariamente el nivel de azúcar en la sangre, la dieta y el ejercicio del niño, lo que implica administrar inyecciones de insulina cuando sea necesario.

Monitoreo de la glucosa en la sangre

La insulina es una hormona producida por el páncreas que ayuda al cuerpo a usar y almacenar azúcar (glucosa) como combustible. En ausencia de insulina, la glucosa en la sangre puede acumularse y causar hiperglucemia (nivel alto de azúcar en la sangre). Si, por otro lado, hay una caída repentina de la insulina, el nivel de glucosa también puede bucear, lo que lleva a la hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en la sangre). Ambos pueden causar síntomas adversos y conducir a complicaciones de salud a largo plazo.

Para evitar esto, deberá analizar la glucemia de su hijo antes de las comidas y antes de acostarse. La Asociación Estadounidense de Diabetes recomienda los siguientes parámetros para niños:

Niveles recomendados de glucosa en sangre
Edad Antes de las comidas Hora de acostarse / Noche
Niños menores de 6 100-180 110-200
Edad de 6-12 90-180 100-180
Edad de 13-19 90-130 90-150

Los niveles recomendados son considerablemente más altos que los de los adultos porque los niños con diabetes tienen un riesgo significativamente mayor de hipoglucemia y generalmente necesitan este margen protector adicional.

Al monitorear los niveles, es importante llevar un diario de las comidas, los horarios de las comidas, las lecturas de glucosa en sangre y las actividades físicas para tener una mejor idea de los altibajos que normalmente experimenta su hijo.

De esta manera, puede obtener un control más estricto de la insulina y evitar la enfermedad.

Suministrar insulina

Debido a que el cuerpo de su hijo ya no puede producir insulina, debe reemplazarse a lo largo del día, generalmente mediante inyección. Hay tres enfoques generales para esto:

  • Se le puede recetar al niño una dosis fija de insulinas intermedias y de acción rápida. Con dosis fijas, el niño debe comer cuando los niveles de insulina están en su punto más alto. Las comidas se deben comer a la misma hora todos los días con la misma proporción de carbohidratos, grasas y proteínas.
  • Algunos niños pueden beneficiarse al combinar una insulina de acción rápida con una de acción prolongada. Estos aún deberán tomarse durante las comidas. La dosis de la insulina de acción rápida se calculará en función del contenido de carbohidratos de la comida.
  • Se puede requerir que otros niños usen una bomba de insulina, un dispositivo médico que proporciona un flujo constante de medicamentos. También se necesitaría una insulina de acción rápida con dosis ajustadas por ingesta de carbohidratos.

Manejo del nivel bajo de azúcar en la sangre

Los síntomas de la hipoglucemia a menudo no son reconocidos por niños que desconocen lo que les está sucediendo o no pueden explicar cómo se sienten. Esto exige que usted, como padre, observe las señales y tome medidas inmediatas cuando sea necesario.

Los signos de hipoglucemia generalmente aparecerán cuando la glucosa en sangre desciende por debajo de 70 y puede provocar síntomas como irritabilidad, somnolencia, debilidad, temblores, confusión, dolores de cabeza y mareos. En casos severos, puede ocurrir visión doble, convulsiones, vómitos y pérdida del conocimiento.

En caso de un ataque de hipoglucemia, haga que su hijo beba o coma una cantidad concentrada de azúcar (aproximadamente de 10 a 15 gramos) para aumentar el valor de glucosa a más de 80. Para lograr esto, puede usar lo siguiente:

  • Dos tabletas de glucosa
  • Un pequeño tubo de gel para decorar pasteles
  • Dos a cuatro piezas de dulces
  • La mitad de una lata de refresco regular
  • Una media taza de jugo de fruta dulce (como naranja o uva)
  • Siete a 10 caramelos de goma
  • Una a dos cucharadas de miel

Es una buena idea mantener siempre un suministro de emergencia en la guantera de su automóvil. Si su hijo no puede comer ni beber, puede usar un kit de emergencia de glucagón. El glucagón es una hormona inyectable que ayuda al hígado a liberar azúcar en la sangre, por lo general normalizando los niveles en media hora. Los kits de glucagón se pueden obtener con una receta de su médico.

Nutrición y ejercicio

El manejo de la dieta de un niño es clave para mantener un control estricto de la insulina. Implica estricto control de la porción y adherencia a cantidades precisas de carbohidratos, grasas y proteínas por comida.

Al comenzar, normalmente necesitaría trabajar con un dietista, nutricionista o endocrinólogo pediátrico registrado para desarrollar un plan de comidas para diabéticos. Con el tiempo, a medida que adquiera información sobre lo que afecta el nivel de azúcar en la sangre de su hijo, desarrollará un sentido más instintivo de qué estrategias alimentarias funcionan y cuáles no.

La actividad física también ayuda a reducir los niveles de glucosa. Como tal, los niños con diabetes deben realizar ejercicio diario y regular, idealmente bajo supervisión para controlar cualquier riesgo de hipoglucemia. La escuela y los entrenadores del niño también deben ser evaluados para que sepan cómo responder adecuadamente en caso de un ataque.

Finalmente, el niño también debe usar algún tipo de identificación médica, como un brazalete o collar de alerta médica.

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