Una biopsia de tiroides es un procedimiento común que se realiza para investigar un nódulo o masa que se encuentra en la glándula tiroides. Para determinar si el crecimiento es benigno o maligno, un médico debe tomar una muestra de células de la masa.
Tipos de biopsia
Hay un par de tipos diferentes de biopsia cuando se trata de la tiroides. Cuando la mayoría de las personas escucha la palabra biopsia, a menudo piensan que es un procedimiento quirúrgico que requiere una incisión.
Si bien esto puede ser cierto con otros tipos de cáncer, la mayoría de las biopsias tiroideas se realizan mediante un proceso conocido como aspiración con aguja fina (FNA).
Una biopsia de tiroides con FNA usa una aguja larga y delgada para obtener una muestra de tejido tiroideo. Por lo general, lo realiza un cirujano o endocrinólogo y puede completarse en la oficina o en un entorno quirúrgico para pacientes ambulatorios. Puede haber un patólogo a mano para asegurarse de que se haya tomado una muestra adecuada para evitar tener que repetir el procedimiento más tarde.
Cabe señalar que hay algunas situaciones raras en las que puede ser necesaria una biopsia de tiroides abierta. Una biopsia de tiroides abierta es un procedimiento en el que se realiza una incisión en el cuello para obtener una muestra de tejido.
Lo que sucede antes de una biopsia de tiroides
Primero, probablemente se le pedirá que se quite la ropa de la cintura para arriba y que se vista con una bata. Una solución de limpieza estéril se aplica a su piel. Se le pedirá que se recueste de espaldas sobre una mesa de examen o en una silla médica reclinada que sea similar a la que usa el dentista, e inclinará la cabeza hacia atrás.
Se puede administrar un anestésico local o no. Algunos médicos usan una compresa de hielo para adormecer el área en lugar de usar un anestésico. Algunos pacientes que se han sometido a múltiples biopsias tiroideas informan que la inyección de anestésico local duele más que la aguja de la biopsia. El dolor de una aguja anestésica a menudo se describe como una sensación de ardor rápido.
Recuerde que todo el mundo tolera el dolor de manera diferente. Si le preocupa el dolor durante la biopsia, hable con su médico. Si su médico elige usar un anestésico local, él o ella adormecerá el área y esperará unos minutos para que funcione antes de continuar.
Qué ocurre durante una biopsia de tiroides
Una vez que el área se ha entumecido, el médico comenzará la biopsia real insertando una aguja larga y delgada en el área que debe tomarse como muestra. La aguja se inserta por solo cinco a 10 segundos. Su médico puede tomar algunas muestras que requieren punciones con aguja adicionales.
Su médico puede elegir usar un ultrasonido para ayudar a guiar el procedimiento. Esto se debe a que algunos nódulos tiroideos son pequeños o se encuentran en una ubicación que puede ser difícil de realizar una biopsia a ciegas. Sin embargo, algunos nódulos más grandes pueden no requerir el uso de guía de ultrasonido. La experiencia de su médico también puede desempeñar un papel en si elige usar un ultrasonido: es posible que los médicos con más experiencia no lo requieran.
Las muestras son examinadas por un patólogo para garantizar que se haya tomado una muestra adecuada. Luego se colocará un vendaje sobre el sitio de la biopsia y usted habrá terminado.
Qué sucede después de una biopsia de tiroides
La mayoría de las personas que se someten a una biopsia de tiroides pueden conducir a casa después del procedimiento y regresar al trabajo el mismo día.
Puede experimentar incomodidad leve en el cuello o dolor de oídos hasta tres días después de la biopsia. Pueden aparecer hematomas leves, especialmente en individuos de piel clara.
Los resultados de la biopsia tiroidea generalmente están disponibles unos días después del procedimiento. Asegúrese de preguntarle a su médico cuándo volverán los resultados y cómo se le notificará. Algunos médicos se sienten cómodos discutiendo los resultados de laboratorio por teléfono, mientras que otros eligen hacerlo en la oficina.
