Atención de seguimiento para pacientes con cáncer testicular

Atención de seguimiento para pacientes con cáncer testicular

El tratamiento para el cáncer testicular puede variar mucho según el tipo y la etapa del cáncer. El tratamiento incluye cirugía para extirpar el testículo canceroso, que puede ir seguido de quimioterapia, radioterapia o cirugía adicional para extirpar los ganglios linfáticos.

Qué sucede después del tratamiento del cáncer de testículo

Después de completar el tratamiento, el seguimiento generalmente consiste en visitas al consultorio, así como pruebas de sangre e imágenes.

El objetivo principal del seguimiento es descubrir cualquier recaída del cáncer. Aunque el cáncer de testículo aún se puede curar incluso en etapas avanzadas, es probable que el resultado sea mejor si el cáncer es más limitado.

El propósito secundario del seguimiento es abordar cualquier problema o problema que pueda haber surgido como resultado del tratamiento. Estos pueden incluir complicaciones de la quimioterapia, como problemas pulmonares, daño a los nervios en manos y pies o problemas renales. Puede haber problemas de infertilidad debido a un tratamiento que requiere asesoramiento, referencia u otras intervenciones.

Revisión de sistemas y examen físico

Durante la visita al consultorio, se hacen ciertas preguntas y luego se realiza un examen físico. Ambos están dirigidos a identificar cualquier síntoma o signo que pueda indicar una recurrencia del cáncer.

  • Revisión de sistemas: La revisión de sistemas es el proceso de hacer preguntas específicas para evaluar ciertos sistemas corporales y síntomas posiblemente relacionados con el cáncer o su tratamiento. Las preguntas están formuladas para determinar si hay algún síntoma nuevo o progresivo que pueda ser evidencia de cáncer recurrente. Por ejemplo, el dolor de espalda podría ser una señal de que el cáncer se ha diseminado a un grupo de ganglios conocidos como ganglios linfáticos retroperitoneales, por lo que se le puede preguntar si tiene dolor de espalda baja. El cáncer de testículo puede diseminarse a los pulmones y causar tos y dificultad para respirar, por lo que es posible que le pregunten acerca de estos síntomas. También se pueden hacer otras preguntas múltiples, pero casi todas están dirigidas a buscar evidencia de cáncer o complicaciones derivadas de su tratamiento.
  • Examen físico: El examen físico también está orientado a buscar evidencia de cáncer. Múltiples sistemas y áreas son típicamente examinados. El abdomen se evalúa a través de la palpación (presionar y sentir con los dedos). Si los ganglios linfáticos retroperitoneales están suficientemente agrandados, se pueden sentir como una masa abdominal. Los pulmones se evalúan mediante la audición con un estetoscopio prestando atención a cualquier anormalidad que pueda indicar una afectación pulmonar por el cáncer. El testículo restante se palpa. Esto se hace principalmente debido al hecho de que un segundo episodio de cáncer testicular es más común en alguien que ya ha tenido cáncer testicular. Otras partes del examen físico pueden incluir la evaluación de cosas tales como evaluar otros grupos de ganglios linfáticos y escuchar el corazón.

Evaluación de laboratorio

Además de la revisión de los sistemas y el examen físico, la evaluación en la oficina generalmente también incluye una serie de análisis de sangre. Los análisis de sangre se realizan principalmente para buscar marcadores tumorales específicos que pueden estar elevados si el cáncer aún está presente en algún otro lugar, como los ganglios linfáticos o los pulmones. También se pueden realizar análisis de sangre para evaluar las complicaciones del tratamiento como la quimioterapia. Estos podrían ser análisis de sangre para evaluar la función renal o de la médula ósea, que puede verse afectada por la quimioterapia en diversos grados y duraciones.

Estudios de imágenes

Probablemente el aspecto más definitivo de la atención de seguimiento es la realización de ciertos estudios de imágenes. El tipo de estudio y la frecuencia dependen de la etapa y el tratamiento del cáncer. Uno de los estudios de imágenes más comunes es la radiografía de tórax. Esto se hace para ver si hay cáncer en los pulmones. Si el cáncer estaba en los pulmones anteriormente y se trató con quimioterapia o si hay síntomas pulmonares preocupantes, a menudo se realizará una tomografía computarizada de tórax en lugar de una radiografía. Las tomografías computarizadas tienen una mayor resolución y son más sensibles, pero cuestan más e involucran significativamente más radiación que una radiografía. Las tomografías computarizadas se realizan comúnmente en el abdomen y la pelvis para buscar específicamente la afectación cancerosa de los ganglios linfáticos retroperitoneales.

Frecuencia y duración de las evaluaciones de seguimiento

Con qué frecuencia y durante cuánto tiempo se realizan las evaluaciones de seguimiento es una decisión que finalmente tiene lugar entre el paciente y sus profesionales del cáncer. Las directrices de diferentes sociedades suelen recomendar visitas cada 3-12 meses durante al menos 5 años. Con qué frecuencia y cuántas tomografías computarizadas y radiografías se realizan varía según la etapa, el tipo y el tratamiento del cáncer testicular. La cantidad de tomografías computadas oscila entre 2-10 durante los primeros 5 años posteriores al tratamiento.

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