La esclerosis múltiple (EM) es un trastorno autoinmune en el que ciertos componentes del sistema inmune atacan erróneamente la cubierta protectora, llamada mielina, alrededor de las células del sistema nervioso central. Debido a que la enfermedad involucra al sistema inmune, tiene sentido preguntarse si podría haber alguna conexión entre la EM y las vacunas, que también funcionan con el sistema inmunitario para ayudar a prevenir enfermedades y afecciones graves.
En otras palabras, le puede preocupar que las vacunas de alguna manera aumenten el riesgo de desarrollar EM, especialmente si usted es padre o madre.
La conclusión es que hay mucha evidencia científica para demostrar que no existe un vínculo entre las vacunas y la EM. Por ejemplo, para un estudio publicado en JAMA Neurology en 2014, un especialista en EM revisó los registros médicos de casi 800 personas del sur de California que habían sido diagnosticadas con un desorden desmielinizante del cerebro o la médula espinal entre 2008 y 2011 y no se encontró conexión entre las vacunas y la EM o trastornos relacionados.Por supuesto, no todas las vacunas se han estudiado directamente como una posible causa del aumento del riesgo de esclerosis múltiple. Sin embargo, es seguro decir que el riesgo muy real de desarrollar una enfermedad como la rubéola o la viruela por no haber sido vacunados es una preocupación mayor que un riesgo incrementado y altamente improbable de que la EM reciba las inoculaciones recomendadas.
Si ya tengo EM, ¿un disparo provocará una recaída?
En una palabra, no. Sin embargo, hay un par de cosas que debe tener en cuenta si tiene EM y es debido a una vacuna. Si recientemente tuvo una recaída, debe esperar para recibir su vacuna hasta que la recaída haya terminado por completo y sus síntomas estén mejorando, generalmente después de cuatro a seis semanas, según el Panel de Inmunización del Consejo de Esclerosis Múltiple (EM) de Práctica clinica.
Las vacunas vivas atenuadas también podrían ser una preocupación dependiendo de su historial médico, ya sea que haya tenido varicela o no, por ejemplo. Esas vacunas también pueden no ser seguras si toma medicamentos conocidos por suprimir el sistema inmunitario o si ha estado tomando tal medicamento en el pasado reciente. Los ejemplos incluyen Novantrone (mitoxantrone); Cytoxan (ciclofosfamida); Imuran (azatioprina); Lemtrada (alemtuzumab); y metotrexato. Tenga en cuenta que los medicamentos modificadores de la enfermedad para la EM no afectan el sistema inmunitario, por lo tanto, si toma Copaxone, Rebif, Avonex o Betaseron, no debería demorar la vacunación.
No suspenda ni omita vacunarse contra la gripe tampoco. Se considera seguro en personas con EM. La vacuna antineumocócica también se recomienda específicamente para personas con movilidad limitada o problemas respiratorios, que pueden ser un síntoma de EM.
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