Un esófago perforado a menudo…

Oído, nariz y garganta

También son las personas más comunes las que tienen una enfermedad subyacente del esófago que incluye ERGE o hernia hiatal. Las causas de un esófago perforado incluyen:

Procedimientos tales como una endoscopía (EGD), especialmente cuando se trata de dilatación del esófago o estenosis esofágica, durante la escleroterapia o la ligadura de varices. Otros procedimientos que incluyen la colocación de un tubo endotraqueal, sonda nasogástrica o tubo Blakemore (raro). Las personas mayores de 65 años también corren un riesgo mayor.

  • Ingestión de químicos peligrosos como limpiadores o baterías de discos.
  • Ingestión de un objeto extraño (las píldoras y las monedas son culpables comunes).
  • Lesiones como heridas por arma de fuego o puñaladas: hasta 10 por ciento de los casos.
  • Síndrome de Boerhaave: una afección muy rara en la que el esófago se rompe espontáneamente por lo general como resultado de vómitos violentos o arcadas. Más común en personas de 40 a 60 años. Representa aproximadamente el 15 por ciento de los casos. Conditions Condiciones crónicas del esófago que causan adelgazamiento de la pared esofágica.
  • Una complicación de la cirugía que incluye cirugía cardiotorácica o fundoplicatura (rara).
  • Tumores
  • Los procedimientos quirúrgicos solían ser una causa importante de perforación esofágica, pero desde la introducción de instrumentos quirúrgicos más flexibles, el riesgo ha disminuido.
  • Los signos y síntomas de un esófago perforado incluyen:

Dificultad para tragar.

Vómito o náuseas seguido de un fuerte dolor en el pecho.

  • Dificultad para respirar.
  • Dificultad para hablar.
  • Dolor de cuello, dolor en el hombro, dolor de la parte superior o inferior de la espalda. La incomodidad puede aumentar cuando se acuesta de forma plana.
  • Respiración rápida y frecuencia cardíaca.
  • Fiebre
  • Vómito sanguinolento (raro). Emp Enfisema subcutáneo (gas o aire debajo de la piel) especialmente en el cuello y el pecho.
  • Necesita atención médica inmediata si sospecha que puede tener un esófago perforado.
  • La perforación del esófago es bastante poco común, pero puede ser bastante grave, incluso mortal. El tratamiento oportuno proporciona los mejores resultados, pero desafortunadamente, el tratamiento a menudo se retrasa debido a un diagnóstico erróneo. Un esófago perforado a menudo se confunde con otras afecciones, como un ataque cardíaco, úlceras pépticas perforadas o pancreatitis aguda.
  • Las complicaciones de un esófago perforado pueden incluir neumonía, mediastinitis, sepsis, empiema y síndrome de dificultad respiratoria del adulto (SDRA). La condición a menudo requiere cirugía y antibióticos. Una perforación leve en la porción superior del esófago puede sanar sin cirugía, pero a los pacientes a menudo se les ordena que no coman ni beban, y es posible que necesiten nutrición de un tubo de alimentación o vía intravenosa hasta que el esófago cicatrice.

En algunos casos, se puede usar un procedimiento endoscópico para colocar stents o clips en esta situación.

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