Se puede tratar con soportes para la muñeca, aparatos ortopédicos y cirugía. Sin embargo, el túnel carpiano y otras lesiones por movimientos repetitivos han interrumpido las carreras de algunos intérpretes.
Prevención de lesiones a los intérpretes
Afortunadamente, hay muchos consejos disponibles para ayudar a los intérpretes en ciernes a evitar el síndrome del túnel carpiano y otras lesiones por movimientos acumulativos. Las sugerencias más comunes son trabajar en equipos en asignaciones largas de interpretación; para tomar descansos regulares y cronometrados, y para asegurarse de que el entorno de trabajo de interpretación no aumente el riesgo de lesiones.
Soporte para intérpretes con Tunel Carpal
Existe un grupo Yahoo, CTS-TERPS, pero puede estar inactivo ya que la lista tenía relativamente pocas publicaciones cuando se encontraba. Soporte adicional puede estar disponible a través de foros en Internet.
Libros y artículos sobre el síndrome del túnel carpiano
Libros
Un ex intérprete que fue discapacitado por el síndrome del túnel carpiano, Tammy Crouch, ha escrito un libro, Sy síndrome del túnel carpiano y lesiones por estrés repetitivo
(ISBN 1883319501).
Artículos Algunas investigaciones y artículos han abordado el síndrome del túnel carpiano: Feuerstein, M., T.E. Fitzgerald. 1991. Factores biomecánicos que afectan los trastornos traumáticos acumulativos de las extremidades superiores en intérpretes de lenguaje de señas.
Journal of Occupational Medicine
34 (3): 257-264.
- Stedt, J. D., muñeca de intérprete: Lesión por estrés repetitivo y síndrome del túnel carpiano en intérpretes de lenguaje de señas, Anales estadounidenses de sordos , 137 (1), 40-43.
- Madden, Maree J. La prevalencia del síndrome de sobreuso ocupacional entre los intérpretes de lenguaje de señas australianos. Revista de salud y seguridad en el trabajo: Australia y Nueva Zelanda.Vol. 11, no. 3, p. 257-263.
- Podhorodecki A D y Spielholz N I: estudio electromiográfico de los síndromes por sobreuso en intérpretes de lenguaje de señas. Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, 1993; 74 (3): 261 — 262.