Nadar para la diabetes: cómo dar un paso adelante

Nadar para la diabetes: cómo dar un paso adelante

La natación es una gran actividad física para las personas con diabetes. No solo es divertido, tiene varios beneficios que lo hacen ideal para un programa de control de la diabetes. ¿Se pregunta si la diabetes impide que los nadadores logren su potencial?

Gary Hall Jr. Fue diagnosticado con diabetes tipo 1 a los 25 años. Gracias al manejo cuidadoso de su condición y gran determinación, ganó ocho medallas de natación en los Juegos Olímpicos de 1996 y 2000.

No hay garantía de que cada persona con diabetes gane medallas para nadar, pero el manejo exitoso de la diabetes es una recompensa suficiente.

Beneficios de la natación para personas con diabetes

Nadar mejora la condición cardiovascular. Esto es muy importante porque las personas con diabetes tienen mayores riesgos que otras de enfermedades del corazón. La natación también quema calorías y puede ayudar a controlar el peso, que también es importante para los diabéticos.

Nadar fortalece todos los músculos principales del cuerpo, lo cual es valioso para controlar la diabetes. Cuando se ejercita, las células musculares absorben mejor el azúcar en la sangre. Así es como el ejercicio reduce los niveles de azúcar en la sangre.

Los beneficios de control de glucosa del ejercicio pueden durar horas, oa veces días, pero no son permanentes. Esta es la razón por la cual hacer ejercicio regularmente es más importante para las personas con diabetes que trabajar más intensamente, pero con menos frecuencia.

Comience con tanta actividad como sea posible, incluso si solo es de 5 a 10 minutos por sesión.

Trate de trabajar hasta 45 a 60 minutos. Descansar entre sesiones de 10 a 15 minutos está bien.

También hay otros beneficios:

  • Es menos estresante para los pies que muchas otras formas de ejercicio. Esto es importante porque el flujo sanguíneo reducido en los vasos sanguíneos pequeños de las extremidades es común entre los diabéticos, haciendo que las lesiones en los pies, como los cortes o las ampollas, tarden en sanar y sean propensas a la infección.
  • Se ha demostrado que el ejercicio de baja intensidad, como la natación, beneficia a las personas con diabetes tipo 2.
  • Alivia la presión de la gravedad en el cuerpo, lo que ayuda a prevenir lesiones en las articulaciones para las personas que tienen artritis o tienen sobrepeso.
  • Por lo general, es supervisado por un salvavidas, que puede brindar ayuda si tiene dificultades.

Obtener el visto bueno de un proveedor de atención médica

En primer lugar, es importante que una persona con diabetes obtenga la aprobación de un proveedor de servicios de salud para cualquier nuevo programa de ejercicios para asegurarse de que el paciente esté en condiciones de aumentar su actividad niveles. El especialista en atención médica también querrá informarle de las precauciones especiales que debe tomar según el tipo de diabetes que tenga. Otros factores a considerar incluyen los medicamentos que se toman, su estado físico actual, los niveles de glucosa y otros problemas.

Prepararse para nadar

Ahora es el momento de encontrar un lugar para nadar. Las piscinas locales o los centros de natación, como los operados por la YMCA o JCC, son excelentes opciones. Los socorristas están bien entrenados, y muchas de estas instalaciones ofrecen una variedad de programas acuáticos. Sin embargo, cualquier grupo con socorristas está bien.

Tal vez valga la pena tomar una clase de natación, que puede ayudar a un nadador principiante o intermedio a desarrollar un golpe suave y fácil que se puede sostener durante media hora o más.

Mire clases de aeróbicos acuáticos. Estas clases están dirigidas por instructores capacitados, no requieren natación y ofrecen beneficios muy similares. Un paciente debe consultar primero con su proveedor de atención médica y comunicarle al instructor sobre cualquier necesidad especial.

Nadar con diabetes: Consideraciones especiales

  • Antes de meterse en el agua, dígale al socorrista que tiene diabetes.
  • Use una pulsera con ID de diabetes mientras está en el agua.
  • Asegúrese de usar sandalias de baño u otro calzado alrededor de la piscina y en el vestuario. Esto reduce las posibilidades de hematomas o cortes en los pies, o de levantar el pie de atleta. Las personas con diabetes deben examinar sus pies después de abandonar la piscina para detectar cortes, hematomas o abrasiones.
  • Nadar durante un período prolongado de tiempo puede provocar hipoglucemia o un nivel bajo de azúcar en la sangre. La sensación de cansancio provocada por el ejercicio puede parecer hipoglucemia, por lo que es muy importante controlar el nivel de azúcar en la sangre a intervalos regulares.
  • Lleve consigo píldoras de glucosa, refrigerios o lo que un proveedor de atención médica recomiende usar cuando baje el nivel de azúcar en la sangre. Mantenga un medidor de glucosa y las píldoras de glucosa o bocadillos junto a la piscina, en una pequeña bolsa de plástico.
  • Si usa una bomba de insulina, consulte a su proveedor de atención médica antes de comenzar un programa de natación.

Seguir con esto: un compañero o una clase puede ayudar

Cualquier programa de ejercicios es más fácil de mantener si hay un compañero involucrado. La motivación mutua hace que sea más fácil estar comprometido. Deje que su compañero de ejercicio conozca sus necesidades especiales y precauciones con respecto a la diabetes.

Otra forma de aumentar las probabilidades de seguir un horario regular es tomar una clase. Hacerlo es una excelente manera de conocer gente nueva, así como de comprometerse con un horario regular y probar cosas nuevas, como aeróbicos acuáticos. Todos estos pueden ayudarlo a mantenerse motivado.

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