Nuestros cuerpos tienen hormonas que regulan todos los aspectos del metabolismo, y eso incluye el apetito y la regulación del peso. Se han descubierto varias hormonas que afectan el apetito y el desarrollo o la prevención de la obesidad. Existen cuatro de tales hormonas principales: grelina, leptina, insulina y péptido YY (PYY). Este artículo se enfoca en la leptina.
¿Qué es la leptina?
En pocas palabras, la leptina es una hormona que suprime el apetito.
Se lo ha llamado un factor de saciedad por este motivo. La leptina es producida por células adiposas (grasas). El nivel de su producción es, por tanto, en proporción a la grasa corporal. Cuando los niveles de grasa corporal aumentan, también lo hacen los niveles de leptina, que luego sirve para suprimir el apetito y aumentar la tasa metabólica basal. Cuando los niveles de grasa corporal bajan, también lo hacen los niveles de leptina y se elimina la supresión del apetito, lo que indica al cuerpo que es hora de volver a comer. Originalmente, esto sirvió para prevenir la inanición.
A veces se piensa que la leptina es la contrapartida de la grelina porque la grelina (otra hormona reguladora del apetito, producida por el estómago y el duodeno) estimula el apetito a medida que aumentan sus niveles. Debido a que la leptina puede reducir la ingesta de alimentos mediante la supresión del apetito, puede inducir la pérdida de peso; Contrario a eso, debido a que la grelina puede aumentar la ingesta de alimentos al estimular el apetito, puede causar aumento de peso y obesidad.
En 1994, el gen que produce leptina, conocido como el gen humano obeso (OB), fue descubierto por Zhang y sus colegas en ratones.
Se ha informado que la leptina tiene múltiples funciones biológicas, incluyendo respuestas inmunes e inflamatorias, un papel en el inicio de la pubertad humana, un papel en la formación ósea y un papel en la cicatrización de heridas, entre otros, además de su papel en la regulación del peso .
¿Qué afecta los niveles de leptina?
Los investigadores han descubierto una serie de comportamientos y factores que pueden aumentar o reducir los niveles de leptina en el cuerpo.
El tamaño y la frecuencia de las comidas parecen jugar un papel en la liberación de leptina del tejido adiposo. Además, la composición de una comida es importante. En algunos estudios, por ejemplo, las comidas bajas en grasa parecían dar como resultado niveles más altos de leptina circulante que las comidas con alto contenido de grasas. También hay evidencia de que los pacientes obesos se han vuelto resistentes a la leptina o son resistentes a los efectos de la leptina y, por lo tanto, se ha interrumpido la vía reguladora biológica que le indica al cuerpo cuándo es el momento de dejar de comer.
Dormir muy poco también puede afectar los niveles de leptina, lo que resulta en niveles más bajos y mayor apetito (trabajando en concierto con la grelina, como se indicó anteriormente). Obtener las siete a nueve horas recomendadas de sueño ininterrumpido todas las noches parece ayudar a mantener los niveles de leptina en el lugar donde deberían estar en respuesta a las comidas.
Como podría imaginarse, debido a su capacidad de inducir la pérdida de peso, los estudios que analizan diferentes formas de utilizar la leptina y sus funciones para la terapia farmacológica han estado en curso durante algún tiempo y son parte de la búsqueda continua de terapias contra la obesidad exitosas.
