Complicaciones extraintestinales de la enfermedad de Crohn

Complicaciones extraintestinales de la enfermedad de Crohn

Algunas complicaciones de la enfermedad de Crohn no están directamente relacionadas con la inflamación en el intestino delgado o grueso y se llaman efectos secundarios sistémicos o extraintestinales. Estas complicaciones pueden incluir artritis, pérdida ósea, retraso en el crecimiento de los niños, enfermedad ocular, cálculos biliares, erupciones cutáneas o lesiones y úlceras en la boca.

No se sabe por qué las complicaciones de la enfermedad de Crohn pueden ocurrir fuera del tracto digestivo, pero en algunos casos, siguen el curso de la enfermedad: empeoran durante un brote y mejoran durante la remisión.

Artritis

El dolor, la hinchazón y la rigidez en las articulaciones de las personas que padecen la enfermedad de Crohn pueden deberse a una artritis periférica. Los síntomas pueden durar días o semanas y pueden migrar de una articulación a otra. La artritis periférica puede mejorar cuando la enfermedad de Crohn subyacente se trata con éxito y no causa ningún daño permanente en las articulaciones. Los síntomas se tratan con calor húmedo y descanso. Las personas con la enfermedad de Crohn también pueden desarrollar otras formas de artritis, ya sea como una complicación o como un efecto adverso de la medicación.

Pérdida de hueso

Las personas con enfermedad de Crohn corren el riesgo de pérdida ósea y osteoporosis por varias razones. El calcio es importante para la salud ósea y la vitamina D es necesaria para que el cuerpo absorba el calcio. Sin embargo, las personas con la enfermedad de Crohn pueden ser deficientes en vitamina D, especialmente si el intestino delgado tiene una enfermedad extensa o se ha extirpado parcialmente mediante cirugía.

Además, las proteínas llamadas citoquinas se han encontrado en niveles más altos en personas con enfermedad de Crohn, especialmente cuando la enfermedad está activa. Las citoquinas pueden interferir con la eliminación de hueso viejo y la creación de hueso nuevo. Otros factores de riesgo para la pérdida ósea incluyen un bajo índice de masa corporal (IMC), sexo femenino, tabaquismo, consumo de alcohol y edad avanzada.

Las recomendaciones generales para la prevención de la pérdida ósea incluyen ejercicio, reducir el consumo de alcohol, dejar de fumar y suplementar con 1500 mg de calcio y 400 UI de vitamina D al día. Para las personas con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), también es útil reducir el uso de corticosteroides cuando sea posible y tomar un medicamento con bisfosfonato.

Retraso en el crecimiento de los niños

La enfermedad de Crohn pone a los niños en riesgo de retraso en el crecimiento. Varios factores afectan el crecimiento en niños con enfermedad de Crohn, incluyendo falta de apetito, una dieta deficiente, absorción deficiente de nutrientes en el intestino delgado y el uso de esteroides como tratamiento. Estos factores pueden tener un efecto negativo en la estatura de un niño y resultar en una baja estatura.

Enfermedad ocular

Las enfermedades oculares que pueden afectar a las personas con enfermedad de Crohn incluyen uveítis, epiescleritis, queratopatía y sequedad en los ojos. Algunas afecciones oculares requieren tratamiento, y la mayoría mejorará cuando la enfermedad de Crohn subyacente se maneje de manera efectiva.

  • Los ojos secos son causados ​​por la falta de lágrimas en los ojos. Esta falta de humedad puede provocar irritación ocular y ceguera eventual. Los ojos secos se tratan con lágrimas artificiales y suplementos de vitamina A. Si la sequedad causa una infección, es posible que se necesite un tratamiento con antibióticos.
  • Epiescleritis es la inflamación del blanco del ojo que causa síntomas de dolor y enrojecimiento. La epiescleritis se trata con un vasoconstrictor o un corticosteroide.
  • La queratopatía es una irregularidad en la córnea que no causa dolor o pérdida de la visión y, por lo tanto, generalmente no se trata.
  • Uveítis es una inflamación de la capa media de la pared del ojo que causa síntomas de sensibilidad a la luz, dolor, enrojecimiento, visión borrosa y dolor de cabeza. Si no se trata, la uveítis puede provocar ceguera, glaucoma o una retina desprendida. El tratamiento es con corticosteroides.

Cálculos biliares

La bilis que se endurece en la vesícula biliar puede causar cálculos biliares.

Los cálculos biliares pueden bloquear la salida de la bilis de la vesícula biliar, lo que causa dolor severo. Las personas con enfermedad de Crohn en el íleon terminal tienen un mayor riesgo de desarrollar cálculos biliares; hasta 13% a 34% experimentarán esta complicación. La inflamación en el íleon impide la absorción de la bilis. La bilis disuelve el colesterol de los alimentos, y si este colesterol no se descompone, puede provocar cálculos biliares. Los cálculos biliares generalmente se tratan extirpando quirúrgicamente la vesícula biliar. El tratamiento con medicamentos se usa con menos frecuencia debido a que los cálculos biliares pueden reaparecer.

Úlceras bucales

Las úlceras pequeñas y superficiales que se presentan dentro de la boca se llaman estomatitis aftosa. Los enjuagues bucales con receta se pueden usar para mantener la boca limpia, pero generalmente no se necesita otro tratamiento. Los casos leves pueden sanar por sí solos, pero los antiinflamatorios tópicos y los anestésicos pueden aliviar las molestias y promover la cicatrización.

Condiciones de la piel

Las personas con enfermedad de Crohn en el colon pueden desarrollar marcas en la piel. La piel alrededor de las hemorroides en el área perianal se engrosa y crea flaps. Se debe tener cuidado de mantener el área anal limpia, porque las etiquetas de la piel pueden retener las heces y provocar irritación de la piel. La presencia de etiquetas cutáneas puede ser útil para hacer el diagnóstico de la enfermedad de Crohn porque son más comunes en personas con enfermedad de Crohn que en la colitis ulcerosa.

Otras afecciones de la piel que están asociadas con la enfermedad de Crohn son el eritema nodoso y el pioderma gangrenoso. El eritema nodoso es un nódulo rojo doloroso que se desarrolla en los brazos o la parte inferior de las piernas, y el pioderma gangrenoso es una ampolla en las piernas o los brazos que típicamente se forma en el lugar de un traumatismo menor, como un corte. Ambas condiciones son menos comunes en la enfermedad de Crohn que en la colitis ulcerosa. El eritema nodoso puede afectar del 1% al 2% de aquellos con enfermedad de Crohn del colon y el pioderma gangrenoso puede afectar al 1% de las personas con enfermedad de Crohn.

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