Cómo navegar a través de la sala de emergencias con IBS

Cómo navegar a través de la sala de emergencias con IBS

Desafortunadamente, las personas que tienen SII a menudo se encuentran mal tratadas cuando van a la sala de emergencias por síntomas extremos. Los problemas generales en la relación médico / paciente cuando se trata de SII, debido a la falta de hallazgos físicos en las pruebas de diagnóstico, parecen destacarse en las condiciones de alto estrés de la sala de emergencias promedio.

Los informes anecdóticos de personas que tienen SII con respecto a sus experiencias en la sala de emergencias a menudo se llenan de frustración porque el personal de la sala de emergencias minimiza sus temores y preocupaciones porque el SII no se considera un problema de salud grave. Algunas personas que tienen IBS informan que son tratadas como drogadictos porque buscan intervención médica para el dolor severo del IBS. En el peor de los casos, los técnicos en emergencias médicas y el personal de la sala de emergencia se burlan o se burlan de los pacientes con SII porque el síndrome del intestino irritable es un problema relacionado con el problema del baño.

Sin embargo, las personas que tienen SII merecen el mismo cuidado y respeto que cualquier otra persona que vaya a la sala de emergencias. Aquí hay algunos consejos para ayudar a asegurar que su visita sea positiva.

Evalúe sus necesidades

Primero, debe decidir si sus síntomas son lo suficientemente graves como para justificar el viaje al hospital, si necesita o no una ambulancia, o si está bien que alguien más lo lleve.

El siguiente artículo ofrece algunos consejos, pero cuando tenga dudas, ¡vaya!

Contacte a su médico
Si hay tiempo, llame a su médico y pídales que lo llamen con anticipación. Una llamada de su médico ayudará a legitimar su viaje a los ojos del personal de la sala de emergencia y los ayudará a estar preparados para evaluar mejor sus síntomas y satisfacer sus necesidades de atención.

Traer un amigo

Siempre que sea posible, trate de tener a alguien junto con usted. Un compañero puede hacer maravillas en términos de calmar su ansiedad y ayudarlo a pasar el tiempo mientras espera ser atendido. Un compañero es también un segundo conjunto de orejas. Cuando estás enfermo, con dolor y ansioso, tu capacidad para asimilar información es limitada. Un acompañante también puede servir como defensor para asegurarse de que sus necesidades se cumplan adecuadamente y para informar cualquier tratamiento inapropiado por parte del personal.

Qué tener con usted

Tener su información médica organizada ayudará al personal del hospital a leer rápidamente lo que le puede estar pasando. Es una buena idea llevar los siguientes elementos:

  • Tarjeta de seguro médico
  • Lista de todos los medicamentos, incluida la dosis y la frecuencia con que la toma
  • Lista de las alergias
  • Cuenta de su historial de salud, incluidas las cirugías anteriores, las hospitalizaciones y diagnósticos médicos
  • Una carta de su médico describiendo su diagnóstico de SII y aprobando cualquier intervención en la sala de emergencias, por ej. Prescripción de analgésicos
  • Cargador de celular: los hospitales tienden a tener una recepción celular pobre, lo que puede agotar rápidamente su batería

Tratar con el personal

Sea realista con sus síntomas: No se avergüence de su SII.

Solo porque sus síntomas estén relacionados con el tracto digestivo no significa que sean menos relevantes. ¡Los profesionales médicos se ocupan de todas las partes desordenadas del cuerpo! Hable calmadamente y asertivamente sobre sus síntomas, sus preocupaciones y sus necesidades.

Sea paciente: Recuerde que las salas de emergencia son lugares ocupados. Los pacientes más enfermos serán tratados primero, que es algo que usted desearía si usted fuera el único cuya vida estaba en juego. Recuerde que si lo mantienen esperando significa que sus síntomas no son tan peligrosos como la vida, un pensamiento que puede ayudar a calmar su mente y calmar su ansiedad.

No tengas miedo de hablar: ¡Usa tu voz! Asegúrese de describir sus síntomas de una manera clara. Si tiene un dolor intenso, ¡dígales! Algunos de nosotros tenemos una tendencia a minimizar los síntomas porque no queremos ser un problema. Esta tendencia no es útil en esta situación, ya que los médicos en la sala de emergencias necesitan llegar rápidamente a algún tipo de diagnóstico preciso. Necesitan su aporte para poder hacer esto de manera más efectiva. Hablar también es esencial si sus síntomas comienzan a empeorar. Si siente que sus inquietudes no se están escuchando o que está recibiendo un trato deficiente, haga que su acompañante solicite hablar con el supervisor de la sala de emergencias.

Sea amable con el personal: En su mayor parte, el personal de la sala de emergencias es cuidadoso, pero a menudo los profesionales con exceso de trabajo. Trátelos con amabilidad y es más probable que sean amables con usted. Agradezca a cada persona por la atención que le brindan y si alguien va más allá, hágales saber.

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