Cómo el Alzheimer afecta la capacidad física y el funcionamiento

Cómo el Alzheimer afecta la capacidad física y el funcionamiento

La enfermedad de Alzheimer es conocida por sus efectos en la memoria, la búsqueda de palabras, la comunicación y el comportamiento. Pero, ¿qué hay de la capacidad física y el funcionamiento, como caminar? O el uso de los brazos? ¿El Alzheimer afecta el cuerpo y el cerebro?

Etapas tempranas

En las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, la capacidad física permanece en gran parte intacta. No es raro que las personas con demencia temprana caminen más de una milla a la vez y parezcan tener un funcionamiento completamente normal.

A menudo es difícil decir que alguien tiene demencia en etapa temprana solo con mirarlos. De hecho, puede parecer que no hay nada de malo en ellos.

Etapas intermedias

A medida que el Alzheimer avanza hacia las etapas intermedias, la capacidad física de las personas comienza a disminuir. El cerebro olvida cómo hacer que los músculos trabajen para caminar, y alimentarse se vuelve más difícil. La frase Úselo o piérdalo en términos de habilidad muscular se aplica aquí. La capacidad física para retener la orina y las deposiciones disminuye, al igual que la capacidad mental para interpretar las señales del cuerpo.

Etapas tardías

En las últimas etapas de la enfermedad de Alzheimer, la capacidad física se ve significativamente comprometida. El caminar y el rango de movimiento están severamente limitados. La mayoría de las personas en esta etapa de la demencia necesitan ser alimentadas por otra persona y algunas desarrollan dificultad para tragar y ahogarse. Las contracturas, donde una pierna, brazo o mano se dobla demasiado y es difícil de enderezar, pueden desarrollarse porque la persona no usa el músculo lo suficiente.

Eventualmente, los seres queridos se enfrentan a decisiones al final de su vida.

Lo que los cuidadores pueden hacer para ayudar

Aún no hay cura para el Alzheimer, pero hay algunas cosas que la familia y los cuidadores pueden hacer para mejorar la calidad de vida de una persona con demencia en relación con sus capacidades físicas.

  • Actividad física: Anime a la persona a continuar haciendo ejercicio, como caminar, estirar las extremidades y ser tan independiente como sea posible con otras actividades de la vida diaria.
  • Terapia física y ocupacional: si nota una disminución en la capacidad para caminar o vestirse, o en el equilibrio de su ser querido, considere organizar alguna terapia física u ocupacional. Estos terapeutas pueden ayudar a fortalecerse, reforzar el autocuidado en las etapas temprana y media y trabajar para prevenir las caídas al mejorar el equilibrio. También pueden hacer una visita a domicilio para identificar los riesgos de seguridad en el hogar.
  • Rango de movimiento pasivo: en las etapas posteriores de la enfermedad de Alzheimer, su ser querido podría beneficiarse de ejercicios suaves de rango de movimiento. Estos ejercicios generalmente los lleva a cabo el cuidador cuidadosamente (y como lo enseña un terapeuta físico u ocupacional) moviendo los brazos, muñecas, manos, piernas y pies para estirarlos de modo que sean menos propensos a desarrollar contracturas dolorosas.
  • Buena nutrición: como es el caso con la mayoría de las condiciones, una nutrición adecuada puede ayudar a mantener el funcionamiento físico. A veces, las dificultades para comer y beber pueden hacer que la nutrición sea un desafío en la demencia.
  • Cuidado de la piel: debido a que el movimiento físico es limitado en las etapas posteriores de la demencia, tome precauciones para evitar también la descomposición de la piel.

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