Algunos hongos y parásitos pueden ser susceptibles a ciertos antibióticos.

Enfermedades infecciosas

Mito:

Considerado el medicamento milagroso en la década de 1940, los antibióticos son la cura de prácticamente cualquier enfermedad infecciosa. Realidad:
Los antibióticos solo funcionan en infecciones por bacterias, no virus. Algunos hongos y parásitos pueden ser susceptibles a ciertos antibióticos.

Mito:

Los antibióticos recetados se pueden suspender cuando los síntomas desaparecen. Realidad:
Es absolutamente esencial seguir las indicaciones de su médico cuando se trata de tomar antibióticos. Si no se completan las indicaciones del médico, pueden producirse reinfecciones o la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos, que pueden ser mucho más letales y difíciles de conquistar (véase más arriba). Mito:

Los antibióticos se pueden tomar como medidas preventivas contra algunas infecciones, como cuando se viaja al extranjero. Realidad:
Hay más daño que ayuda en tomar antibióticos cuando no estás enfermo. Al usar antibióticos cuando no son necesarios, existe un mayor riesgo de erradicar la flora natural de su cuerpo y hacerlo propenso a la infección por bacterias patógenas. Además, se garantiza que algunas bacterias (que pueden incluir las que causan enfermedades) sobrevivirán durante el tratamiento con antibióticos. Estas bacterias serán resistentes a los antibióticos y causarán más problemas a largo plazo (ver arriba).

Mito:

Los médicos pueden diagnosticar una infección bacteriana durante el examen físico y recetar antibióticos en consecuencia. Realidad:
Hay solo unos pocos signos que distinguen una infección bacteriana de la de un virus u otro agente infeccioso. Sin embargo, no es tan fácil determinar que una infección es bacteriana sin realizar pruebas adicionales. En la mayoría de los casos, la infección por bacterias debe verificarse antes de los antibióticos, pero generalmente se deja a discreción del médico. Prescribir antibióticos para una infección viral corre el riesgo de producir efectos secundarios innecesarios. Por ejemplo, el uso de amoxicilina para tratar la mononucleosis (la enfermedad de los besos), que es causada por un virus, puede provocar una erupción en todo el cuerpo.

Mito:

Es mejor usar elementos que se consideran antibacterianos (como jabones antibacterianos, mangos de cepillos de dientes, calcetines, etc.) Realidad:
Algunos elementos antibacterianos están bien para usar, siempre y cuando no lo hagan t contiene antibióticos. El uso excesivo y el uso indebido de antibióticos puede provocar la aparición de cepas de bacterias resistentes a los antibióticos, que tienen sus propios problemas (ver más arriba).

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