Sulfato de morfina: información sobre medicamentos

Sulfato de morfina: información sobre medicamentos

El sulfato de morfina es un narcótico analgésico opioide, lo que significa que proporciona alivio del dolor y está hecho de la planta de amapola. La morfina es un potente analgésico utilizado tanto para el dolor agudo (a corto plazo) como para el dolor crónico. También se usa, con mucha menos frecuencia, como supresor de la tos, para la dificultad para respirar y para detener la diarrea.

La morfina es el primer analgésico conocido.

Fue descubierto a principios de 1800 y se distribuyó bajo el nombre de Laudanum. Pero los medicamentos basados ​​en la adormidera similares a la morfina se usaron ya en el siglo XVI. Es uno de los muchos medicamentos comúnmente utilizados durante y después de la cirugía.

Nombres para morfina

Morfina se prescribe bajo una variedad de nombres, abreviaturas y nombres de marca y genéricos. Esos nombres incluyen MS Contin, Avinza, Kadian, Oramorph, MOS, Duramorph, Morphitec, MS, Roxanol y morfina epidural.

Cómo se administra

La morfina está disponible en una variedad de formas, y se puede administrar en forma de inyección, píldora, epidural, solución oral, supositorio o sublingual (debajo de la lengua). Tomar morfina como se indica es importante, al igual que las expectativas realistas. Es de esperar algo de dolor y no significa que sea necesario tomar más analgésicos.

Efectos secundarios

Los efectos secundarios comunes de la morfina incluyen:

  • Estreñimiento: después de la cirugía, es importante prevenir el estreñimiento, que puede convertirse en una complicación importante.
  • Disminución de la tos
  • Pérdida del apetito
  • Somnolencia
  • Mareos

Riesgos asociados

Todos los medicamentos tienen riesgos y la morfina no es una excepción. Los riesgos aumentan con dosis más altas, uso a largo plazo y uso especialmente inapropiado sin receta médica. Para minimizar estos riesgos, siga las instrucciones de su receta y solo tome la medicación cuando sea apropiado para el control del dolor.

  • Dolor de cabeza
  • Respiración deprimida (respiración demasiado lenta o superficial)
  • Confusión
  • Problemas de memoria
  • Estreñimiento severo
  • Ansiedad
  • Problemas de memoria distur Trastornos del sueño
  • Tolerancia
  • Adicción
  • Precauciones

Los pacientes que están amamantando deben consultar a su médico antes de tomar morfina, ya que puede expresarse en leche materna. En mujeres embarazadas, el uso prolongado de morfina puede provocar que el bebé experimente abstinencia de morfina poco después del nacimiento.

Los pacientes con estreñimiento pueden experimentar un empeoramiento de los síntomas. Aquellos con otras afecciones intestinales deben usar morfina con precaución ya que puede ralentizar la digestión y provocar un empeoramiento. La morfina también debe usarse con precaución en personas con problemas respiratorios, como EPOC o asma.

Los ancianos pueden ser más sensibles a la morfina. Sus dosis pueden necesitar ser ajustadas para prevenir una sobredosis o efectos secundarios pronunciados.

Tolerancia, adicción y abuso

La morfina, como muchos medicamentos recetados, puede requerir dosis más grandes para controlar el dolor cuando se usa por períodos prolongados. Con el tiempo, el cuerpo puede desarrollar una tolerancia para la medicación y requerirá más medicación para experimentar el mismo nivel de efectividad.

Cuando se usa de acuerdo con las instrucciones de su médico, la morfina, como todos los medicamentos recetados, conlleva un bajo riesgo de adicción.

Las personas con dolor crónico que usan morfina durante largos períodos de tiempo pueden volverse físicamente adictas al medicamento, lo que significa que experimentarán signos y síntomas de abstinencia cuando no tomen el medicamento. La adicción física no necesariamente significa que la droga es un problema. Por ejemplo, un paciente con cáncer podría volverse físicamente adicto a la medicación. Sin embargo, el medicamento continuará administrándose según sea necesario para aliviar el dolor. Addic La adicción física no es lo mismo que la adicción mental. Cuando las personas usan el medicamento de manera inapropiada (buscando un estado alto o euforia en lugar de aliviar el dolor), pueden llegar a depender emocionalmente del medicamento.

El uso indebido de morfina puede tomar una serie de formas que incluyen mezclarlo con otras drogas como el alcohol y tomar dosis más grandes o más frecuentes de lo necesario para el control del dolor.

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