Cómo afectan los sistemas sensoriales infantiles a sus actividades diarias

Cómo afectan los sistemas sensoriales infantiles a sus actividades diarias

Aquí hay información para aprender cómo los sistemas sensoriales de los niños impactan la participación en las actividades diarias. Los profesionales de Terapia ocupacional pediátrica están capacitados para comprender cómo los sistemas sensoriales de los niños afectan su capacidad para participar en rutinas y actividades diarias, conocidas como ocupaciones. Algunos ejemplos pueden incluir actividades diarias como las comidas, la higiene, vestirse, jugar, socializar, aprender o incluso dormir.

¿Sabía que tenemos más sentidos que los cinco clásicos de ver, oír, oler, probar y tocar? Estos cinco sentidos nos dicen de qué tipo de sensaciones provienen fuera del cuerpo. Pero, ¿qué pasa con las sensaciones que provienen de dentro del cuerpo? Hay otros dos sentidos ocultos que también contribuyen significativamente a nuestra capacidad de participar en la vida diaria. Estos incluyen nuestro sentido de equilibrio y movimiento (el sistema vestibular) y nuestro sentido de conciencia corporal (el sistema propioceptivo).

Juntos, los siete de estos sentidos contribuyen a la capacidad del niño para participar con éxito en las ocupaciones diarias. Nos brindan información sobre cómo se mueve nuestro cuerpo y qué está sucediendo en el mundo que nos rodea.

Cuando tomamos información sensorial de nuestro cuerpo y de nuestro entorno, nuestro sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) se encarga de organizar rápidamente toda esta información sensorial en el cerebro.

El cerebro puede enviar señales a las partes apropiadas del cuerpo para activar respuestas motoras, conductuales o emocionales apropiadas (lo que se conoce como respuesta adaptativa). En cierto sentido, nuestro cerebro actúa como un director de tráfico, organizando sensaciones para el uso práctico. Esto se conoce como integración sensorial o procesamiento sensorial.

En personas con integración sensorial intacta, este proceso ocurre de manera automática, inconsciente y casi instantánea. Ser capaz de procesar sensaciones de manera efectiva y luego producir respuestas motoras o de comportamiento eficientes (lo que se conoce como respuesta adaptativa) permite que los niños tengan el control y la sensación de confianza.

Ahora que ha sido introducido al concepto de integración sensorial, echemos un vistazo a cómo funciona cada sistema sensorial y cómo contribuye al éxito en la vida diaria de un niño.

1. El sistema vestibular

Este sistema es responsable de nuestro sentido del equilibrio y del movimiento, y se encuentra en nuestro oído medio. Nuestro sistema vestibular se activa cada vez que nuestra cabeza cambia de posición y también se activa continuamente por la fuerza de la gravedad hacia abajo (estos receptores de gravedad también se activan por la vibración ósea, como cuando se usa un cepillo vibratorio o se escucha música con graves intensos). Nuestro sentido vestibular es como un marcador de usted está aquí y nos da una idea de dónde estamos en el espacio tridimensional. Ejemplos de actividades que involucran la entrada vestibular incluyen saltar, girar, rodar, balancearse, inclinar la cabeza hacia atrás para lavarse el cabello e incluso inclinarse hacia adelante para atar sus zapatos.

El sistema vestibular es un sistema complejo y poderoso. Los diferentes tipos de entrada al sistema vestibular pueden ser calmantes, de alerta, organizativos o desorganizadores, dependiendo del tipo de movimiento y de la sensibilidad del movimiento del niño. El sistema vestibular tiene muchas interconexiones con casi todas las demás partes del cerebro allowing

, lo que le permite interactuar con muchos otros sistemas sensoriales e influir en otros factores no relacionados con el equilibrio como las respuestas emocionales, las respuestas del tracto digestivo y el aprendizaje académico. . Los terapeutas ocupacionales con entrenamiento sensorial saben cómo identificar qué tipo de información vestibular se necesita para ayudar al niño a demostrar la respuesta deseada y mejorar su capacidad para participar en tareas funcionales.En términos prácticos, el sistema vestibular ayuda a los niños a saber qué tan rápido se están moviendo, en qué dirección se están moviendo y si están desequilibrados al jugar, socializar, aprender o navegar en su entorno.2. The Proprioception Systm

Este sistema es responsable de nuestro sentido de conciencia corporal. Nuestros músculos y articulaciones contienen receptores que se activan cada vez que se estiran o se comprimen (piense en un ejemplo de colgar en una barra o saltar en un trampolín). Una vez activados, estos receptores envían mensajes al cerebro sobre cómo se mueven nuestras partes del cuerpo. La propiocepción nos permite saber dónde están nuestras partes del cuerpo en relación mutua (para que no tengamos que vigilarlas constantemente con los ojos) y cuánta fuerza utilizamos (para que podamos interactuar de forma adecuada con nuestro entorno). Si tuviéramos menos propiocepción, nuestros movimientos serían más lentos, más torpes e implicarían más esfuerzo. Además de ayudarnos a movernos de manera más eficiente, la aportación propioceptiva también puede ser tranquilizadora, organizativa o física. En términos prácticos, el sistema propioceptivo les permite a los niños hacer cosas como caminar, saltar, trepar, colorear, cortar, escribir, vestirse y abrocharse los botones sin tener que pensar conscientemente dónde están sus partes del cuerpo o cuánta fuerza necesitan usar en orden para lograr la tarea a mano.

3. El sistema táctil

Este sistema es responsable de nuestro sentido del tacto. Se detecta a través de receptores en nuestra piel y el interior de nuestra boca. El sistema táctil es el sistema sensorial más grande y es el primer sistema sensorial que se desarrolla en el útero. Nos ayuda a saber cuándo hemos tocado algo (sensación táctil) y qué hemos tocado (discriminación táctil). Además de sensación y discriminación, el sistema táctil también nos brinda información sobre la diferencia entre toque ligero (como cuando el gato camina y roza la pierna con la cola) y toque profundo (como con un firme apretón de manos o masaje) ) El toque ligero (incluidas ciertas texturas) puede causar una sensación de alerta o alarmante, mientras que el toque profundo puede ser más calmante u organizador. Esto es cierto tanto para la entrada táctil a la piel como en la boca (como cuando se comen alimentos de diferentes texturas). En términos prácticos, el sistema táctil les permite a los niños decir si un trozo de pizza está demasiado caliente o picante, tolerar cepillarse los dientes o el pelo, seleccionar un oso de peluche o una manta que consideren lo más suave o meter la mano en la mochila para encontrar lo que necesitan sin mirar.

4. El sistema visual

Este sistema es responsable de nuestro sentido de visión, ¡pero es mucho más que solo poder ver claramente! Las habilidades de percepción visual nos permiten percibir las similitudes y las diferencias entre los objetos, y centrarnos en lo que necesitamos ver y descartar lo que no hacemos. Las habilidades motoras visuales nos ayudan a tomar información visual y luego mover nuestras manos y cuerpo según sea necesario, de acuerdo con esa información. Las habilidades visuales perceptivas y motoras visuales a menudo se basan en buenas habilidades de control ocular (conocidas como habilidades oculomotoras) para centrarse y seguir visualmente lo que está sucediendo en el entorno visual. Prácticamente hablando, el sistema visual ayuda a los niños a encontrar las piezas necesarias para completar un rompecabezas, juzgar qué tan lejos necesitan arrojar una pelota, encontrar un amigo en un patio de recreo ocupado, seguir mientras leen o completan una hoja de trabajo, copiar de la pizarra y escribe sus letras en las líneas y con el tamaño apropiado. 5. El sistema auditivo Este sistema es responsable de nuestro sentido del oído pero, nuevamente, ¡es mucho más que solo poder escuchar! Nuestro sistema auditivo funciona con nuestro cerebro para determinar qué sonidos son importantes y cuáles se pueden desconectar. También deben poder trabajar juntos para localizar de dónde provienen los sonidos y qué significan para que podamos actuar en consecuencia. Nuestro sistema auditivo también nos permite dar sentido a la información verbal en nuestro entorno. Prácticamente hablando, el sistema auditivo ayuda a los niños a decir si algo es demasiado fuerte, reconocer voces familiares, prestar atención e interpretar con precisión las instrucciones verbales de un maestro o padre, escuchar si un automóvil viene hacia ellos en el estacionamiento de un supermercado y determinar dónde su amigo está llamando desde cuando está en una habitación abarrotada. 6. El sistema olfativo Este sistema es responsable de nuestro sentido del olfato y también influye en nuestro sentido del gusto. El olfato es un sentido único porque sus mensajes se procesan directamente a través de una parte de nuestro cerebro asociada con las emociones y la memoria emocional, conocida como el sistema límbico. En términos prácticos, el sistema olfativo ayuda a los niños a determinar si las galletas se queman incluso antes de que salgan del horno, si su madre está preparando su cena favorita, si la leche se ha agriado antes de beber, y si necesitan o no ponerse desodorante o tomar una ducha.

7. The Gustatory System

Este sistema es responsable de nuestro sentido del gusto. Es responsable de detectar los diferentes tipos de sabores que entran en la boca y en la lengua. Hablando en términos prácticos, el sistema gustativo ayuda a los niños a aprender a agradar los alimentos y, al mismo tiempo, a mantener las cosas fuera del cuerpo que podrían ser dañinas. Hablando en términos prácticos, el sistema gustativo ayuda a los niños a experimentar e identificar una variedad de sabores mientras desarrollan la mayoría de los alimentos y sabores favoritos (¡galletas!) Y menos favoritos (brócoli).

Si tiene inquietudes sobre las capacidades de procesamiento sensorial de su hijo, y parecen estar afectando su capacidad para participar en ciertos aspectos de la vida cotidiana, analice estas inquietudes con el médico de atención primaria de su hijo para determinar si una derivación a una evaluación de Terapia ocupacional es recomendado. Los terapeutas ocupacionales abordan los desafíos sensoriales de los niños para que puedan participar más plenamente en las ocupaciones diarias, como jugar, comer, dormir, vestirse, asearse, cuidar la higiene, bañarse, aprender, socializar y participar en la familia y la comunidad.

Fuentes:

Christie Kiley MA, OTR / L es una terapeuta ocupacional, que se especializa en trabajar con niños con problemas de integración sensorial y discapacidades del desarrollo. Ella tiene experiencia trabajando en entornos de intervención temprana (desde el nacimiento hasta los 3 años), basados ​​en clínicas y basados ​​en la escuela.

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