5 Preguntas que debe hacerse si se ejercita lo vuelve azul

5 Preguntas que debe hacerse si se ejercita lo vuelve azul

Uno de los beneficios más importantes y establecidos del ejercicio es el efecto positivo que puede tener en el estado de ánimo. Hay mucha investigación que muestra que la actividad física regular puede aliviar la depresión, aliviar la ansiedad y más.

No todos encuentran que un entrenamiento los deja sintiéndose más felices, más tranquilos o emocionalmente estables. Además, si ese es el caso, les preocupa que estén haciendo algo mal.

Si esto suena cierto para usted, hágase las cinco preguntas siguientes. Sus respuestas pueden asegurarle que no tiene la culpa si el ejercicio no lo hace sentir más feliz y también puede ayudarlo a encontrar la forma de recoger los beneficios para levantar el ánimo de la actividad regular que tanta gente disfruta.

1. ¿Estás exagerando?

Cuando se trata de hacer ejercicio, más no es necesariamente más. Si se está ejercitando demasiado, podría estar sobreentrenamiento, y uno de los síntomas del sobreentrenamiento es la depresión. Por ejemplo, un estudio de 2012 publicado en Medicina deportiva encontró que las personas con síndrome de sobreentrenamiento tienen altos niveles de tensión, depresión, fatiga, confusión y pérdida de vigor. Si eres un gran jugador, es posible que te frustres de que tu rendimiento no sea bueno y, como resultado, te esfuerces aún más. El estudio también encontró que el sobreentrenamiento puede drenar al cerebro de la sustancia química del cerebro que mejora el estado de ánimo, la serotonina.

Trate de aligerar su rutina de ejercicios.

Si te preocupa que hacerlo te vuelva a relajar en cuanto a la condición física, programa algunas sesiones con un entrenador calificado que te ayude a ajustar tu entrenamiento para que sea efectivo y menos probable que te haga sentir emocionalmente bajo.

2. ¿Tiene un historial de depresión?

Los efectos del ejercicio en la química del cerebro pueden desempeñar un papel en el aumento de los sentimientos de depresión o ansiedad después de los entrenamientos.

La serotonina no es el único neurotransmisor involucrado; el ejercicio también afecta los niveles de otro químico cerebral que levanta el ánimo, la dopamina. Tanto la serotonina como la dopamina se ven afectadas por el ejercicio y la depresión. La interacción de los dos sobre la química cerebral puede no ser siempre positiva. En otras palabras, si ya tiene un desequilibrio de serotonina y dopamina debido a la depresión, el ejercicio podría tener el efecto de tirarlo aún más, en lugar de ayudar a estabilizarlo.

3. ¿Cuál es tu nivel de estrés?

El estrés puede causar estragos en el cuerpo y la mente. Si ya estás estresado, física o mentalmente, un entrenamiento puede ser una pérdida adicional en tus reservas de energía en lugar de una ayuda. El estrés adicional puede interferir con su sueño, lo deja sintiéndose especialmente fatigado e inunda su cuerpo con cortisol, un químico cerebral que se libera durante situaciones de lucha o huida, causando que se sienta ansioso y agotado. Entonces, en lugar de ir a castigar una carrera de cinco millas o una sesión dura con un entrenador, considere un entrenamiento menos intenso: yoga, estiramiento y caminata.

4. ¿Cuáles son tus expectativas?

Cuando trabajas para tratar de perder peso, comer bien, ponerte en forma y no obtienes los resultados tan rápido como te gustaría, ciertamente puede afectar tu estado de ánimo.

El número de la escala debería bajar, su ropa debe quedar ajustada, debería sentirse más fuerte y lucir más buff. El problema es que puede tomar al menos dos o tres meses para que esas cosas sucedan. Mientras tanto, si comienzas a sentirte desalentado, puedes deprimirte y deprimirte fácilmente.

Una forma de evitar esto es restablecer tus objetivos por el momento: concéntrate en sentirte bien y en estar sano, los cuales puedes lograr muy rápidamente simplemente tomando mejores decisiones de estilo de vida. Al quitar la presión, puede aprender a disfrutar de los cambios que está realizando, lo que debería alentarlo a cumplirlos.

Antes de que te des cuenta, tu coherencia dará sus frutos en un cuerpo que no solo se siente y funciona mejor, sino que también se ve mejor.

5. ¿Estás alimentando tu cuerpo lo suficiente?

Durante el ejercicio, su cuerpo se basa en el azúcar en la sangre, o glucosa, como su principal fuente de combustible. Cuando los niveles de glucosa en su sangre son bajos, simplemente no tendrá suficiente energía para completar su entrenamiento, como un automóvil que se quedó sin gasolina. Antes de ejercitarse, coloque algo en su cuerpo para ayudar a evitar que los niveles de azúcar en la sangre disminuyan demasiado, una situación que temporalmente puede afectar su estado de ánimo. No tiene que ser una comida completa, ni debería serlo: si está demasiado lleno, hacer ejercicio puede ser incómodo. Coma un refrigerio que incluya una combinación de proteínas, carbohidratos y grasas saludables: mantequilla de almendras en un pan integral, por ejemplo. Y asegúrese de beber mucha agua antes, durante y después de su entrenamiento.

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